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Comercio y Justicia cumple 84 años. Como todos los años, se propone festejarlo con ustedes, estimados suscriptores y lectores, con la publicación de un suplemento que aborda temas de interés, desde la perspectiva de especialistas y de nuestro equipo de Redacción.
Este año, el mes de nuestro aniversario coincidió con la realización de las elecciones presidenciales, que derivaron en un balotaje. Ese tema, obviamente, es central e ineludible, aún más si consideramos el contexto crítico desde todo punto de vista -político, económico y social- en el que se desarrolla.
Las expectativas y especulaciones con relación al desenlace de la segunda vuelta son diversas y complejas. Se podría decir que es una partida de ajedrez en la que ganará quien cometa el penúltimo error, como sostenía una frase acuñada por un destacado maestro de ese juego.
Sin embargo, tal vez la campaña rumbo al 19 de noviembre se asemeje más al poker o ¿por qué no? al truco, juegos en los que lo aleatorio, la astucia, la especulación y el engaño (no necesariamente inmoral) tienen mayor incidencia que en el ajedrez.
Como fuere, a quien venza la contienda le esperan -en primer término- algunas semanas de una dificultosa transición -aun cuando gane el candidato oficialista- y, luego, cuatro años en un escenario para nada alentador.
Por ese motivo es previsible que no se trate de una elección más o de un período de gobierno como otros sino de un punto de inflexión que signará el destino del país, de quienes vivimos en él y de las generaciones que lo habiten en el futuro.
La palabra «futuro» nos lleva al segundo tema de este anuario: la inteligencia artificial -que, en rigor, es más presente que futuro-, que despierta tanto esperanza y fascinación como temores y dilemas.
Se trata también de un tema ineludible pues excede el ámbito estrictamente técnico/informático e incide plenamente en nuestra vida diaria y en el ejercicio de las diversas profesiones.
También ineludible -e inmensamente triste- es el tema de (algunos de) los conflictos armados que sacuden a la humanidad. La enorme capacidad humana para desarrollar tecnologías, como las citadas en el párrafo anterior, contrasta de manera crasa con la ineptitud para solucionar conflictos -algunos de los cuales se remontan a tiempos bíblicos- de manera pacífica.
Nuestro deseo es que en las próximas ediciones de este suplemento podamos obviar este tema y reemplazarlo por el del uso de la inteligencia humana para superar estos conflictos y evitar la pérdida inútil de miles de vidas.
¿Una visión demasiado optimista o hasta ingenua? No para quienes trabajamos en esta cooperativa y sabemos, por experiencia propia, que los consensos y la colaboración logran objetivos deseables.
Colaboración que, en el caso de este suplemento, se ve reflejada en las páginas escritas por personas que dedicaron parte de su tiempo para contribuir con sus opiniones e ideas. A todas ellas, nuestro más sincero agradecimiento.
Nos despedimos hasta la próxima edición de este suplemento con un afectuoso saludo a quienes nos leen, sean suscriptores o personas ávidas de información (¿futuros suscriptores?) que consultan nuestra información.
(*) Editor y jefe de Cierre
