Las actualizaciones previstas son del 198% en 2024. En cuanto a la cantidad de aumentos, tres de cada 10 prevén dar seis al año. Se observa una gran dispersión en las previsiones de incrementos por industria
Según la última edición de la encuesta de Tendencias de Incrementos Salariales en Argentina (TISA) de Mercer, las empresas prevén incrementos salariales para 2024 de un total acumulado de 198%. Se trata de las actualizaciones para personal fuera de convenio. Este valor muestra una brecha inferior a las expectativas de inflación anual reportadas por las mismas compañías, que rondan el 210%.
En la tercera encuesta de incrementos del año, realizada a mediados de marzo, participaron cerca de 500 compañías de distintos segmentos del mercado argentino.
El panorama macroeconómico actual y el contexto de relativa incertidumbre continúa representando un reto para las compañías a la hora de ofrecer proyecciones para el año.
“Cuando se preguntó cuál es el criterio para definir los aumentos salariales para el personal fuera de convenio, el 51% respondió que utilizaba una combinación de varios factores mientras que un 20% lo hace a través del mercado. No obstante, hay un grupo de alrededor del 15% que aplica directamente la inflación a la hora de definir estos incrementos”, detalló la consultora de recursos humanos.
“La proyección de incrementos del primer trimestre de 2024 no presenta grandes variaciones versus el relevamiento de febrero pasado, ubicándose en torno al 52% (mediana). Los trimestres posteriores se mantienen estables, sin grandes cambios.
La mediana de dichos incrementos proyectados para 2024 se sitúa en 198%, valor muy cercano a la edición anterior relevada en febrero”, señala el informe. Para Marcelo Jalil, gerente de Career y Rewards en Mercer Argentina, Uruguay y Paraguay, esto es una buena noticia ya que “hace mucho tiempo no veíamos estabilidad entre las estimaciones del mercado entre una edición y la otra”.
Sigue llamando la atención la dispersión de los aumentos a otorgar por el mercado en este año. Esto se explica, principalmente, por las diferentes realidades que están atravesando las empresas. Si bien la mediana de incrementos proyectados es de 198%, hay rubros que lo superan. Siguen liderando el ranking: logística (241%), servicios financieros (239%), minería (216%), algunas compañías del rubro energético (215%) e ingeniería y construcción (214%).
La cantidad de incrementos sigue siendo un tema muy relevante para los trabajadores, para no percibir pérdida del poder adquisitivo.
Actualmente la prevalencia es de seis incrementos (34%), es decir, uno cada dos meses; y en segundo lugar, ocho o más (22%).
Según Jalil, los equipos de recursos humanos están gestionando el corto, sin perder el foco en el largo plazo. La disyuntiva principal radica en las estimaciones de inflación y actividad económica del 2024, lo que invita a preguntarse:
- ¿Podrán los negocios acompañar estos valores de inflación e incrementos salariales si sigue cayendo su facturación?
- Si la inflación disminuye como está planificado, ¿tiene sentido mantener esta frecuencia de ajustes?
Beneficios: ¿seguirán cubriendo prepagas?
Además del tema estrictamente salarial, gran parte de las empresas están revisando su política y oferta relacionada con salud.
“Los incrementos de precios planteados por las empresas prepagas y otras dinámicas generadas por los cambios propuestos por el gobierno hicieron de los beneficios relacionados a la salud un costo significativo para el presupuesto y, además, no previsto a fines del año pasado. Este contexto obliga a las compañías a profundizar en el análisis de costos, planes y alcance de este beneficio, y a utilizar eficientemente sus recursos para seguir ofreciéndole a sus empleados el beneficio, por lejos, más valorado”, concluyó Jalil.