María Cecilia Suárez obtuvo el primer premio presentado por Fundación Banco de la Provincia de Córdoba. Creó Chamecos, un negocio que produce cremas cosméticas para rostro y cuerpo. Por Natalia Riva / [email protected]
“En 2003 estaba sin trabajo, recién separada y con dos hijos. Me habían pagado 400 pesos por un trabajo temporal y no sabía qué hacer con ese dinero. Sabía que si lo gastaba en comida o en ropa no iba a ver más esa plata. Entonces, me decidí y fui a una droguería y compré todo lo necesario para hacer una crema de uso kinesiológico y vendérsela a una amiga que necesitaba ese tipo de producto”.
De la necesidad, María Cecilia Suárez -química industrial- dio vida a Chamecos, un negocio de producción de cosméticos que hace unas semanas recibió el primer “Premio al Microemprendedor 2010” (de 15 mil pesos), organizado por el Banco Citi y la Fundación Andares, que convocó a 381 emprendedores de 33 instituciones microfinancieras de todo el país.
Los comienzos
El camino recorrido hasta a convertirse en un emprendimiento de escala semiindustrial no fue fácil. Los primeros esfuerzos para acceder a un microcrédito eran en vano ya que “no cumplía con los requisitos necesarios”. “No tenía garantía de ningún tipo y mi emprendimiento no mostraba sustento ni proyección”, recuerda Cecilia.
Fue en 2004 cuando decidió asociarse con Julio Maglio, un ingeniero químico, que se ocupó principalmente de los números del negocio. “Es muy importante estar asociada con otra persona con cualidades complementarias en un emprendimiento. Además, cuando uno está desmotivado, el otro se mantiene optimista y es una forma de seguir adelante”, indicó Cecilia.
Con los números un poco más ordenados y con algunos clientes estables, Cecilia accedió al primer microcrédito de la Fundación Banco Provincia de Córdoba, por un monto de 3 mil pesos. “Ese dinero se destinó a sostener el negocio -pago de impuestos y monotributo- y a insumos un poco más baratos, ya que comprábamos en cantidades más grandes”, recordó la emprendedora, al tiempo que agrego: “Este crédito fue el oxígeno y la soga que nos dio esperanza para seguir adelante”.
A medida que pasó el tiempo fueron sumando experiencia y clientes, razón por la cual pudieron, una vez pagado el préstamo, acceder a un nuevo microcrédito de la misma entidad, esta vez por 7.500 pesos. “Ya nos encontrábamos parados mucho más fuertes y ese monto fue destinado a herramientas de trabajo”, dijo Cecilia.
Este año recibieron el tercer crédito ya por un monto de 30 mil pesos, que están siendo invertidos en maquinarias específicas para mejora los productos y su presentación.
El producto
La empresa produce y comercializa dos líneas: geles y cremas corporales y faciales. La venta se realiza a profesionales (fisioterapeutas o esteticistas) en forma directa. La comercialización ya pasó las fronteras de la provincia de Córdoba y llega hasta Santa Fe, La Pampa, Salta, La Rioja, Chaco y proyectan seguir expandiéndose.
“El día en que me llamaron de la Fundación Andares para decirme que había ganado el primer premio a nivel nacional, sentí que todo el esfuerzo valió la pena”, reflexionó la ganadora.
Microcréditos
“Queremos entregar más de 10 millones de pesos antes de fin de año”Manuel Epelde, gerente de la Fundación Banco de Córdoba, explicó a Comercio y Justicia la importancia de que el primer premio al Microemprendedor 2010 haya sido para una beneficiaria de la entidad: “Para nosotros significa que las cosas están haciéndose bien, tratando de cumplir con los objetivos que nos planteamos desde el momento en que nos hicimos cargo de la Fundación. Lo más importante es que el emprendedor se sienta acompañado por la institución que lo financió, y que en la medida en que esté dentro de nuestro alcance lo asesoramos en todo lo que se pueda.
– ¿Cuán grande es el aporte de los microcréditos como impulsores económicos y sociales?
– Si los microcréditos son bien aplicados como herramientas para generar empleo y paliar la pobreza -como lo imaginara Yunus en sus comienzos-, no tiene competencia alguna en devolverle la dignidad a la gente. Hay que saber aprovechar un “boom de las microfinanzas” que se viene dando en todo Latinoamérica y que en la Argentina todavía no ha tenido la repercusión que haría falta por no existir la regulación necesaria del mercado del microcrédito y la falta de fomento y ayuda por parte de las entidades regulantes.– ¿Cuáles son las principales dificultades de un microemprendedor al momento de acceder a financiamiento?
– El emprendedor se encuentra en un mundo informal del microcrédito con innumerables dificultades. Primero, poder acceder al financiamiento, lo que en la mayoría de los casos lo ve como algo inaccesible que viene derivado de una oferta mínima de créditos y una exclusión del sistema bancario para el sector del microemprendedor. Segundo, escapar de los usureros que se aprovechan de la necesidad y urgencia del microemprendedor y que camuflan sociedades anónimas en asociaciones civiles u ONG que llegan a cobrar tasas superiores a 100% anual. Por último, romper la barrera de las políticas asistenciales de los gobiernos y buscar en el autoempleo la opción para paliar la desocupación y la pobreza.– ¿Qué cantidad de microcréditos proyectan otorgar en 2010?
– Trabajamos con la finalidad de entregar más de 10 millones de pesos antes de fin de año, y no estamos lejos. Nuestro promedio de crédito hoy está cerca de 7 mil pesos, uno de los más altos dentro de las entidades microfinancieras del país.
Daniel, también es cordobés, y un referente en el concurso
Ser su propio proveedor. Ésa fue clave para que Daniel Barrera se convirtiera en un emprendedor exitoso. Es que hace 14 años, Daniel y su mujer decidieron vender sandwichs de miga envasados. Necesitaban una etiqueta para el pack y, como el costo era muy alto, aprendieron ellos mismos a hacer etiquetas adhesivas. Ése fue el tímido inicio de Daniel Barrera Comunicación Visual; hoy, el local más importante de impresiones comerciales de todo tipo de Deán Funes.
En el desarrollo del negocio, los microcréditos también jugaron un rol fundamental: al principio recibieron de la Fundación Banco de Córdoba un monto de 5 mil pesos y, más tarde, fueron beneficiarios de otro préstamo por el mismo monto de la ONG la Nueva Argentina. Se trata de una empresa en la que todos los integrantes de la familia -padres, hijos y sobrinos- tienen un rol determinado para llevar adelante el negocio. Este emprendimiento ganó el segundo puesto (categoría servicio) en “Premio al Microemprendedor 2010” y recibió 10 mil pesos.