En el sector privado, las profesionales cordobesas ganan 42% menos que los hombres

Nuevos datos muestran cómo se acentúa la desigualdad laboral, cómo las mujeres perciben la violencia o discriminación en ese ámbito y el impacto del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado

Un nuevo relevamiento hecho en Córdoba reafirma la brecha de ingresos laborales entre hombres y mujeres profesionales. Mientras el promedio de ingreso de ellas fue de $69.977 - a noviembre 2020-, el de ellos fue de $102.276, lo que implica una brecha de 32%. [privado]

El sector donde los profesionales se desempeñan resulta uno de los determinantes clave. En el sector privado se evidencia fuertemente la discriminación por ingresos: la brecha promedio se eleva a 42%. Es decir, por cada 100 pesos que los hombres perciben por su trabajo, las mujeres -en promedio- reciben 58 pesos.

Así se desprende de la encuesta “Condiciones de trabajo y vida cotidiana en profesionales de la provincia de Córdoba”, que llevaron adelante en forma conjunta la Federación de Profesionales Universitarios de Córdoba (Fepuc), la Facultad de Ciencias Sociales (FCS-UNC) y la Asociación de los Docentes e Investigadores Universitarios de Córdoba (Adiuc).

El relevamiento, realizado en diciembre de 2020, alcanzó un universo de 2.877 casos e indagó sobre el ingreso y la brecha de las y los profesionales, la percepción de violencia o discriminación en el ámbito laboral, y trabajo doméstico y de cuidados no remunerado.

“La gran brecha de ingresos laborales detectada en el sector privado reafirma la necesidad de dar fin a la actual desregulación de los honorarios profesionales en la provincia de Córdoba, que dio paso a un escenario fértil para mayores desigualdades, en perjuicio de las mujeres”, subrayó Nora Vilches, presidente de la Fepuc, en el marco del Día de la Mujer.

Los resultados de la encuesta evidencian que el empleo público formal es por naturaleza igualador, dado que permite acercar las condiciones del empleo femenino a las del masculino, en particular en cuanto a ingresos. Allí la brecha es de 13%, mientras que en el tercer sector es de 20%.

Entre las conclusiones del relevamiento, se afirma que “la institucionalidad o la regulación del vínculo laboral reduce la brecha de ingreso”. Es decir, las mujeres profesionales que trabajan en relación de dependencia, o vinculadas con el sector público o con universidades en áreas docentes o de investigación, son quienes logran ingresos más cercanos a los de sus pares varones.

Trabajo no remunerado

La encuesta indagó sobre las horas que profesionales de Córdoba dedican al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado. “Las tareas del hogar (limpieza de casas, compra y preparación de alimentos) les insumen a las mujeres 20% más tiempo que a los profesionales masculinos. Finalmente, en relación con las tareas de cuidado de otras personas (niños, niñas, adolescentes, adultos mayores, personas en condiciones de discapacidad, entre otros), la diferencia se duplica respecto a la estadística anterior, con una dedicación horaria que supera en 42% el tiempo que los hombres dedican a estas tareas”.

A este respecto, el secretario General de Adiuc, Javier Blanco, acotó: “Estos resultados permiten a las organizaciones gremiales dimensionar las sobrecargas laborales que obstaculizan el desarrollo profesional, especialmente en el ámbito universitario. La desigual sobrecarga en las tareas domésticas y de cuidado indudablemente se traduce en dificultades para sostener una carrera académica y nos conmina a poner en agenda medidas paliativas que tiendan a reducir esa brecha, buscando alternativas de apoyo institucional para reducir y redistribuir el tiempo de trabajo no remunerado”.

¿Cómo se percibe la violencia de género en el trabajo?

La encuesta incluyó preguntas referidas a percepción de violencia y discriminación en los lugares de trabajo, por razones sexogenéricas. Se preguntó a las personas si vieron o vivieron situaciones de violencia y discriminación en sus lugares de trabajo.

Siete de cada 10 (71%) de quienes respondieron -hombres y mujeres- indicaron haber presenciado o sufrido al menos una situación de discriminación y violencia en el ámbito laboral. “Estas diferencias se profundizan según los géneros. Mientras más de 75% de las mujeres declaran haber estado expuestas a una experiencia de este tipo, 64% de los hombres identificaron estas situaciones”, advierte el estudio.

Alicia Soldevila, docente e investigadora de la FCS de la UNC, destaca la importancia de este estudio porque hace visible esta realidad y la reconoce como problema estructural en el que no hay fronteras público-privado. “Visibilizar su existencia posibilita avanzar en el reconocimiento de que los espacios laborales producen y reproducen violencias y discriminaciones por razones sexogenéricas, pero también constituye un ámbito estratégico para su erradicación”, concluyó. [/privado]