Advierten del descenso en la cobertura de la vacunación pediátrica

Un informe del Observatorio de la Infancia y de la Adolescencia sobre los desafíos de la vacunación pediátrica en nuestro país, advirtió de que las coberturas de inmunización se encuentran en un marcado descenso para todas las vacunas trazadoras analizadas y en todos los grupos etarios. Un dato llamativo es que el grupo de menores de un año presenta la baja más importante en el tiempo y, por ende, de mayor riesgo.

En el país, en 2020 las coberturas en menores de un año registraron una caída de 19 puntos al comparar con 2015 y de 8 puntos en comparación con 2019. “En los menores de un año las coberturas de vacunación son inferiores a 90% contra la poliomielitis desde el año 2016 y con vacuna quíntuple desde el 2017”, indican en el informe.

Las coberturas durante el segundo año de vida también registran una tendencia sostenida de descenso y en el año 2020 muestran una caída de seis puntos para neumococo y de 11 puntos para sarampión, en comparación con 2015.

Si se consideran las vacunas que se colocan al ingreso escolar, las coberturas con vacuna triple viral se encuentran en disminución: muestran una caída de 15 puntos en comparación con 2015 y de 12 puntos, con 2019. Los adolescentes presentaron sus mejores coberturas en los años 2017-2018, al registrar una caída promedio en el año 2020 de 10 a 15 puntos con VPH y dTpa (enfermedades prevenidas por la vacuna triple) en comparación con 2019.

El Observatorio de la Infancia y la Adolescencia es un ente autónomo relativo a la cooperación entre la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y Unicef. Su objetivo es dar visibilidad a las problemáticas de esas épocas de la vida, relacionadas con la salud en Argentina y sus regiones.

Además, se ocupa de hacer una evaluación de las condiciones de vida de esta población que permita resaltar necesidades, proponer recomendaciones y elaborar estrategias en el marco de la defensa de los derechos de los niños y adolescentes.

En el documento se menciona que las vacunas son una de las medidas sanitarias con beneficios probados en el mundo, que previenen enfermedades que antes causaban grandes epidemias, muertes y secuelas tales como el cáncer cervical, la difteria, la hepatitis B, el sarampión, la parotiditis, la tos ferina, la neumonía, la poliomielitis, las enfermedades diarreicas por rotavirus, la rubéola y el tétanos.

Las vacunas benefician tanto a las personas vacunadas como a las personas no vacunadas por medio de la inmunidad colectiva o de rebaño.

“Mediante ellas se logró erradicar la viruela, estamos finalizando la erradicación de la poliomielitis en el mundo, el sarampión dejó de ser un problema frecuente en nuestro medio, no tenemos casos de difteria y otras enfermedades están siendo controladas, como la tos ferina, el tétanos, la hepatitis B, la meningitis meningocócica”, destaca el informe de SAP.

Para lograr el control efectivo de cualquiera de las enfermedades inmunoprevenibles mencionadas es fundamental implementar y sostener un programa de vacunación amplio y disponer de una vigilancia epidemiológica adecuada y oportuna para evitar la aparición de brotes.

La estrategia de prevención primaria mediante las vacunas es una medida de salud pública que demostró alta incidencia y en nuestro país es una política de Estado que se evidencia en el crecimiento del Calendario Nacional de Vacunación en estos últimos años.

Políticas públicas y accesibilidad

Asimismo, el informe de la SAP vincula la ampliación del acceso a la inmunización con el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), ya que la vacunación no sólo evita el sufrimiento y las defunciones causados por enfermedades infecciosas sino que también se traduce en beneficios más amplios en materia de educación y desarrollo económico.

La incorporación de nuevas vacunas seguras y eficaces en forma gratuita y obligatoria es uno de los indicadores de inclusión social y equidad más robustos que puede tener un país, ya que facilita el acceso a esta herramienta clave de prevención para todos los sectores de la población.

Las vacunas fueron incluidas en el calendario regular desde hace años y han sido pilares fundamentales para la eliminación de enfermedades como la poliomielitis, el sarampión, la rubéola y el síndrome de rubéola congénita.

Metodología utilizada

En el estudio se describieron y analizaron los indicadores de coberturas de vacunación de niños y adolescentes de Argentina durante el período 2015-2020. La información se obtuvo a partir de fuentes secundarias oficiales. Los datos fueron desagregados por jurisdicción y por las cinco regiones económicas argentinas, es decir el Noroeste Argentino (NOA), Nordeste Argentino (NEA), Cuyo, Centro y Patagonia.

En la investigación se seleccionaron las siguientes coberturas según grupos etarios, los menores de un año: DPT3: quíntuple bacteriana (difteria, tétanos, coqueluche, haemophilus influenzae b y hepatitis B), tercera dosis aplicada a los seis meses. La de la Polio 3: poliomielitis, tercera dosis aplicada a los seis meses.

Además para 12-23 meses: la de PCV13: neumococo de 13 serotipos, refuerzo aplicado a los 12 meses; la SRP 1: triple viral (sarampión, rubéola, parotiditis), primera dosis aplicada a los 12 meses; la antigripal: influenza, segunda dosis más dosis única aplicada entre los seis y 24 meses. Para el ingreso escolar, la SRP 2: triple viral (sarampión, rubéola, parotiditis), segunda dosis aplicada a los 5 años. Y para adolescentes, el VPH: virus del papiloma humano, segunda dosis aplicada a los 11 años en mujeres y varones; la dTpa: triple bacteriana acelular (difteria, tétanos, coqueluche), un refuerzo aplicado a los 11 años.