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Los videojuegos son un tipo de obra literaria u obra audiovisual que tienen una característica que los hace únicos, son interactivos, las leyes de todo el mundo los protegen a través del derecho de autor o, como se lo llama en Estados Unidos, copyright.
El derecho de autor protege los videojuegos, como obras literarias o audiovisuales en su totalidad, así como sus personajes, diseños, música original, trama, geografía imaginaria y cualquier otro elemento distintivo, para verlo de una manera más gráfica el derecho de autor protege todo el juego League of Legends, protege a cada campeón, el mapa donde se desarrollan las batallas, los diferentes skins, su banda de sonido y demás.
De manera análoga podemos determinar que un videojuego comparte los mismos elementos de una película, pero también se agregan otros, como el software con el que se programa siento una obra protegida y que se usa bajo licencia.
Las leyes de derecho de autor protegen la expresión de la idea, pero no protegen las ideas en sí. Nadie puede reproducir sin permiso de sus autores el juego, pero cualquiera puede realizar otra aventura gráfica donde diferentes campeones luchen para destruir la base enemiga. El arpa y la sombra es una obra literaria protegida pero el género realismo mágico puede ser utilizado por cualquiera en la creación de una obra original
Los hechos históricos tampoco están protegidos, por lo que cualquiera puede hacer un juego sobre las guerras de Escocia del siglo XVIII o sobre los personajes reales o legendarios involucrados en ella. Pero no sobre la serie Outlander. Si se trata de hechos históricos recientes hay que tener cuidado de no violar otro tipo de derechos, como la privacidad o el honor.
La legislación de derecho de autor protege sólo la expresión original, el concepto de originalidad no tiene nada que ver con su calidad, novedad y extensión. Basta un mínimo de originalidad para que la ley proteja una expresión en particular y esto se determina en cada caso concreto.
El derecho de autor protege la expresión original de un autor por un plazo determinado, que en general es la vida del autor más 70 años contados desde su muerte. Este plazo divide las obras en aquellas que se encuentran en el dominio privado y aquellas que están en el dominio público. La obra literaria El Principito, por ejemplo, es de dominio público por lo que cualquiera puede realizar un videojuego basado en esta obra, su trama, sus personajes, los dibujos originales, etcétera. Teniendo en cuenta que, en Argentina, el uso de obras de dominio público genera la obligación de tributar al Fondo Nacional de las Artes.
En el mundo de los videojuegos a veces hay reclamos porque frente a un juego exitoso, le sigue otro juego con mayor éxito con características muy similares. Ejemplo de esto tenemos la demanda presentada por los desarrolladores de PUBG a los desarrolladores de Fortnite, por considerar que tienen características similares con diferentes skins, si tener más noticias del caso se sabe que al final la demanda fue retirada.
Hay que tener en cuenta que si el medio de distribución es Internet es muy fácil lograr la baja del contenido frente a una infracción. La ley americana, que regula Internet, ha instaurado un sistema de Notice and Takedown para hacer frente a este tipo de reclamos, donde el titular afectado puede pedir la baja del contenido directamente a la plataforma que lo comercializa y esa plataforma, si es una empresa comercial legítima, probablemente haga lugar al pedido.
Los desarrolladores independientes de videojuegos deben tener en cuenta estas cuestiones ya que, si algunos de sus elementos estén en infracción a la ley, excluye la posibilidad de que el negocio escale, además de exponerse a enfrentar a un reclamo por infracción de derecho de autor.
(*) Agente de la propiedad industrial
(**) Abogada
