ESCUCHARPor Matías Altamira *
Dos casos sucedieron la semana pasada que presentan los extremos de una realidad: los precios bajos en Internet sorprenden a los consumidores, quienes deben agudizar su análisis de compra.
El primer caso se trata de una estafa por medio de Mercado Libre por la compra de un vehículo a muy bajo precio en el año 2013, en el que el interesado abonó todos los conceptos exigidos, pero nunca recibió el automóvil, por lo que le reclamó al portal de comercio electrónico que le devolviera todo lo pagado más una indemnización por daño moral.
En primera instancia le rechazan la demanda, lo que luego es confirmado por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial de Capital Federal integrada por Gerardo Vassallo, Juan Garibotto y Pablo Heredia, quienes entendieron que Mercado Libre, como mero intermediario, no tuvo la culpa por lo que pasó. Sostuvieron que no hay prueba de que Mercado Libre SRL con anterioridad a la fecha de la operación hubiera tenido conocimiento efectivo de una ilicitud en ciernes, sumado a que no realiza una función de corredor, es decir, no se obliga ante una parte a mediar en la negociación y conclusión de uno o varios negocios.
Además, argumentaron que el comprador damnificado fue víctima de su propia torpeza por no darse cuenta de la estafa pese a múltiples indicios, ya que el bien estaba publicado a la mitad de su valor de mercado, todas las comunicaciones estaban llamativamente mal escritas; y el contacto era con una cuenta de correo falsa que no pertenecía a Mercado Libre.
El segundo y opuesto caso tiene como principal actor a la empresa aérea United Airlines, que en su portal y por medio de las agencias de viajes ofreció pasajes desde Santiago de Chile a Australia a menos de cuatro mil pesos, cuando el valor promedio ronda $20.000, pero luego los canceló, argumentando que había sido un error, sosteniendo en su comunicado de prensa que el 26 de marzo hubo una oferta de tarifas evidentemente errónea para vuelos desde Santiago de Chile a Sidney.
“Esto ha sido corregido para reflejar las tarifas correspondientes a dicho tramo. Cancelaremos toda reserva hecha bajo dicho error y reembolsaremos las sumas correspondientes.
Nos disculpamos por las molestias ocasionadas”. En las redes sociales miles de usuarios se quejaron contra la compañía, destacando que habían revisado con el número de reserva y en la página decía que la compra estaba confirmada, por lo que están evaluando realizar una acción colectiva contra la empresa.
El común denominador a estos extremos es que se publicitó un bien a un precio muy por debajo del corriente, en el primero con claras intenciones defraudatorias, porque ese automóvil no existe; y en el segundo, con dudosas acciones publicitarias, ya que no es la primera vez que esta aerolínea ofrece pasajes costosos a menos de US$200.
El fallo judicial exige que, ante esta oferta llamativamente barata, el consumidor debe, en vez de relajarse y creer que es un “suertudo”, reforzar sus análisis; validar la información; verificar la autenticidad tanto de la oferta como del oferente; abonar por medios de pago que le permitan recuperar el dinero, es decir, utilizar una tarjeta de crédito, cuyo titular, por ley, tiene 30 días desde el resumen de cuenta para impugnar la compra, y no realizar un depósito en efectivo, que es imposible de retrotraer.
En el primer caso el consumidor debe afrontar el costo, no así en el segundo.
* Abogado, especialista en Derecho Informático
