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Una medida muy polémica hace tres años, actualmente cuenta con fuerte legitimidad, según un relevamiento de la Universidad de Buenos Aires.
23 de octubre pasado, muy lejos quedaron algunas postales argentinas de hace apenas unos años, como las profecías acerca de un “ciclo cumplido” para el kirchnerismo, de un avance arrollador de la oposición en el Congreso o de un “campo” descontento con el Ejecutivo nacional. Pero también se modificó la percepción sobre algunas acciones de gobierno que fueron muy polémicas años atrás, como la aplicación de derechos de exportación –más conocidos como “retenciones”-.
Un relevamiento realizado por la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) el mismo día de los comicios presidenciales mostró que 54% de los votantes está de acuerdo con las retenciones a las exportaciones, mientras que 31% se opone a ellas.
El relevamiento se realizó en el área de Capital Federal y del conurbano bonaerense e incluyó a quienes votaron o no por el gobierno actual.
El universo relevado por la UBA abarcó 1.157 casos en el área metropolitana de Buenos Aires, que concentra el conurbano y la Capital Federal. El número es similar al que toman los encuestadores habitualmente cuando se realizan, por caso, los sondeos para medir la intención de voto.
Las respuestas no correspondieron solamente al electorado que votó por la reelección de Cristina Fernández sino que implicó a los “votantes en general”, independientemente de a quién se haya respaldado en la urna.
Pero cuando se preguntó en la encuesta por el candidato elegido, el electorado que votó a Cristina Fernández estuvo de acuerdo con las retenciones en 84% de los casos, mientras que 45% de los votantes que eligieron a algún candidato opositor se expresó a favor de la medida.
De esa forma, si se trasladan estos porcentajes a la elección en general, 84% de los 11,59 millones de votos que obtuvo Cristina Kirchner estaría de acuerdo con los derechos de exportación.
Pero también apoya esta política 45% de los cerca de 9,7 millones de ciudadanos que votaron otra cosa. En suma, alrededor de 14 millones de ciudadanos –sobre un total de 22,5 millones de votos emitidos, casi dos tercios- estarían de acuerdo con aplicar retenciones a las exportaciones independientemente de su inclinación o simpatía política.
No se trata de un dato menor si se recuerdan las jornadas de 2008, cuando estuvo en vilo hasta la continuidad del Gobierno nacional y quizás pueda entenderse en este contexto el mensaje de Cristina Fernández tras las elecciones: “El domingo las urnas nos dijeron que éste es el camino que debemos seguir y por ese camino vamos a seguir”, expresó en su primera aparición pública tras los festejos del triunfo.
Cambio de planes
A los fines de estrategias futuras para la dirigencia agropecuaria, resulta un dato revelador que alrededor de dos tercios del electorado nacional esté, aparentemente, de acuerdo con la aplicación de derechos de exportación.
Precisamente la fuerza política que más machacó durante la campaña política sobre la eliminación de las retenciones fue la que tuvo la “peor elección” de su historia, según las palabras de la propia candidata y conductora de la Coalición Cívica, Elisa Carrió.
El principal candidato a diputado de esa fuerza política, Mario Llambías -una de las caras más emblemáticas del conflicto por las retenciones móviles- también sufrió la indiferencia del electorado, que lo dejó no solamente fuera de la Cámara de Diputados sino que lo ubicó electoralmente por debajo del dirigente de izquierda Jorge Altamira.
