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Pablo Cesar Silva saltó a la fama con un invento novedoso en el ámbito del fútbol: un aerosol con el que se marca la distancia de la barrera y el lugar donde va la pelota para la ejecución del tiro libre. Según declaraciones que hizo a Clarín, el invento surgió de su propia afición por el fútbol: “Jugábamos el campeonato de ex alumnos y yo me las rebuscaba. Teníamos un tiro libre y me quedaba un muy buen ángulo, pero cuando fui a patear se adelantó la barrera y le pegué un pelotazo en el estómago a uno de los rivales. Entonces exploté, me agarré con el árbitro y me expulsó. Me fui a casa con una calentura tremenda y me puse a pensar qué podía hacer para evitar que la barrera se adelantara”.
Luego de la idea, Silva puso manos a la obra para producir un spray que permitiera dibujar una línea visible en el césped, pero que a la vez fuera de fácil desaparición. Luego de tres años de realizar tareas de investigación junto con profesionales químicos y distintos laboratorios logró obtener el aerosol perfecto.
Pero, poco tiempo después de la creación se vio enfrentado en la Justicia con la FIFA, por el uso que hacían de su invento sin su autorización.
Recientemente, se conoció que el resultado del juicio fue positivo, y FIFA deberá pagarles a él y a su socio, el brasileño Heine Allemagne, una suma millonaria.
Según informó TyC Sports, Silva y su socio aseguran que tenían un acuerdo encaminado por el uso del invento, programando una prueba piloto durante la Copa America 2011, cuando la FIFA se encontraba en manos de Joseph Blatter y Julio Grondona.
Luego de la prueba inicial, se aprobó el sistema del aerosol y fue incluido en las reglas del deporte. Y aquí fue cuando comenzaron las complicaciones, ya que pese al uso que la FIFA se encontraba realizando del invento, no hacían los pagos de las regalías correspondientes.
Por ello, Silva y su socio se vieron obligados a acceder a la Justicia por la violación y el uso indebido de la patente sobre la invención.
Con el reciente fallo, resta determinar el monto de la indemnización para los inventores, que -de acuerdo con el peritaje- podría superar 100 millones de dólares. El cálculo surge del peritaje realizado en el juicio, que mostró que por cada partido que el aerosol se ha utilizado desde Rusia 2018 corresponde una multa de 15.000 dólares para sus creadores. Además, los dirigentes podrían recibir una pena de entre uno y cuatro años de cárcel.
Por último, SIlva se expresó sobre la actualidad del caso y si a la FIFA le queda alguna instancia para apelar: «Lo de los cien millones es un poco una construcción a la que se llega, pero no podemos decir cuál es el monto hasta que el tribunal lo determine. Ése es el último paso que resta. Nosotros firmamos un contrato por 40 millones que ellos no honraron. Antes de Rusia, hubo un fallo que les prohibía usar el aerosol y desoyeron la orden. Entonces, el Tribunal determinó que hubo violación de patente. Además está el lucro cesante y el uso indebido. Sumando esos delitos, saldrá el monto final», y agregó: «(…) La parte de méritos y de prueba se cerró, sólo se puede revisar el proceso, es decir, si hubo alguna falla. Pero Infantino tiene tres frentes abiertos: su reelección, la modificación del lapso entre los Mundiales que ofreció cada dos años para negociar y cerrar cada tres. Y la sede del Mundial de 2030. Si yo estuviera en su lugar, le diría que deje de embarrar la cancha y se ocupe de sus negocios».
* Agente de la propiedad industrial ** Abogado
