En medio de la profunda crisis política, económica y cultural que afecta a Europa y que tiende a profundizarse, producto de la invasión rusa a Ucrania, triunfó en las elecciones parlamentarias italianas Giorgia Meloni, líder del mussoliniano partido Fratelli d’Italia (FDI por sus siglas en italiano), y cabeza de una alianza de ultraderecha que integran Matteo Salvini y Silvio Berlusconi.
Más allá de las felicitaciones y saludos de rigor, los gobiernos de Occidente y de la Unión Europea hicieron saber sus preocupaciones sobre los dichos de Meloni que afectarían la estabilidad de la Europa Comunitaria y la estructura política y militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
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