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Comunicación directa entre partes, asesores y Poder Judicial (III)

Por Eugenia Gutiérrez de Vásquez * - Exclusivo para Comercio y Justicia
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Tercer caso: Mariela sabe que puede

Luego de ubicarse todos los participantes en la sala de mediación y explicados el procedimiento y reglas del proceso, se los invita a exponer sus relatos.
Teresa cuenta que el Sr. Rodríguez le alquiló un local, que dejó de pagar y por eso le inició juicio para cobrar la deuda por alquileres, junto con otro por varios pagarés impagos. El abogado de Teresa, Dr. López, explica que el Sr. Rodríguez es quien alquiló y que Mariela, la demandada presente, no es la responsable directa de pagar, es la garante; pero como a Rodríguez no se lo puede ubicar… Mariela tiene un inmueble embargado, a punto de ser rematado, lo que -de efectivizarse- la dejará sin su vivienda.

Seguidamente se le pregunta a Mariela qué espera de la mediación. Ella, notablemente asustada y con una gran carga de angustia responde que desea resolver este problema y lo único que tiene para afrontar las deudas del Sr Rodríguez -su ex pareja- es su sueldo de docente. Que si pierde su casa no tiene a dónde ir a vivir. En su afligido relato expresa que Rodríguez, escapando de las deudas, se fue a residir al exterior y le dejó todos los problemas por resolver. Que tiene deudas de todo tipo y que de a poco y con el asesoramiento de su abogada está enfrentando cada una con el único ingreso que tiene: su sueldo de docente. Su abogada, la Dra Suárez, le pide que no se preocupe, que encontrarán una solución. Agrega un breve relato de otros juicios en trámite, todos en contra del hogar de Mariela. Las mediadoras intervienen para calmar la angustia de ella explicando que en mediación puede expresarse libremente. Teresa y su abogado escuchan atentamente.
La Dra. Suárez pregunta a su colega el monto actual de la deuda para evaluarla y presentar una propuesta. El Dr. López menciona la cifra completa de la planilla actualizada y agrega que si se comienza con un pago importante y cuotas le harían una reducción significativa al monto total, incluidos sus honorarios profesionales.

En reunión privada con Mariela, se comienza a trabajar sobre los números para elaborar un proyecto de pago: como son dos juicios, deciden abordar el primero y después de cancelado éste, convocar a una nueva audiencia para tratar la segunda deuda. Mariela y su abogada elaboran múltiples opciones y es elegida la que propone un pago a los cinco días de la firma del acuerdo y tres cuotas más. Ambas partes están conformes y junto con sus letrados se redactó y firmó el acuerdo. También se fijó una audiencia -luego de pagada la última cuota- para tratar el otro juicio que también ponía en riesgo la vivienda de Mariela.
En la segunda audiencia el Dr. López expresó que como el acuerdo anterior tuvo estricto cumplimiento, proponía hacer una reducción aún mayor del total y que su clienta aceptaba el pago en más cuotas de menor monto. Esta propuesta, que demostró colaboración y participación activa en la negociación por parte del asesor de Teresa, influyó positivamente en Mariela, quien con su sueldo tan disminuido tenía desequilibrada su economía personal. Fue todo un alivio para ella escuchar el ofrecimiento. Acordados los números, se redactó y firmó el acuerdo.

Al terminar la audiencia, ambas partes se preparan a retirase junto a sus abogados. Teresa le tendió la mano a Mariela y le agradeció por su cumplimiento. Mariela respondió con un apretón de manos y con mirada agradecida le contestó que sabía que con ella iba a resolver este conflicto y a salvar su hogar. Partes y abogados saludaron agradecidos a las mediadoras por el esfuerzo compartido.
Conclusión. Si bien los tres casos relatados pueden generar, según la mirada del lector, diferentes puntos de debate, en este trabajo se ha focalizado el principio de comunicación directa de las partes como pilar de la mediación, y la contribución a ese principio por parte de los asesores legales y del Poder Judicial.
Puede apreciarse en el primer caso que si la asistencia técnica y legal de los letrados es poco colaborativa, no alcanza con que los jueces remitan la causa a mediación y los mediadores apliquen las técnicas, herramientas y estrategias más adecuadas para lograr una mediación exitosa.
En la segunda entrega se observa que si los abogados colaboran junto a las partes, buscando opciones de mutuo beneficio, existe mayor posibilidad de que la mediación arribe a buen puerto.

En la presente narración se advierte que cuando los mediadores pueden aplicar las técnicas, herramientas y estrategias necesarias, si el juez remite la causa a mediación y los abogados tienen una activa participación, colaborando en generar opciones para la satisfactoria composición de intereses, se puede superar el conflicto y cumplir con uno de los mayores objetivos de la mediación: constituirse en el método adecuado de resolución pacífica de conflictos.

* Mediadora

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