ESCUCHARLa comunicación adquiere cualquier organización toma una importancia sumamente relevante.
Ante un mundo cada vez más interconectado, una mejor comunicación, un programa ordenado, planificado y cuidadosamente ejecutado permite a las empresas medir el valor real de la gestión profesional de la comunicación.
Muchas veces se tiende a desvirtuar la comunicación, a causa de la diversidad de herramientas de costo bajo o nulo para ejecutar una acción, o bien porque no se tiene muy en claro cuál es el canal para llegar a nuestros clientes.
Así, al tener una cuenta en Facebook, enviar e-mails a bases de datos que desconocemos o pautar en un medio del agrado del dueño, la empresa suelen dar manotazos de ahogados que, al poco tiempo, derivan en la nada y acentúan la desconfianza en la comunicación.
La comunicación institucional debe tomarse como cualquier otra área de la empresa.
Por eso, lo primero que tenemos que preguntarnos es ¿adónde quiere llegar la empresa? ¿cuál es el objetivo de este año?
Es una verdad de Perogrullo que Recursos Humanos hará lo suyo para buscar al personal adecuado; el área Contable trabajará para afianzar el balance de la empresa; Producción, para mejorar los procesos, por sólo citar algunos ejemplos.
Es en ese proceso interdisciplinario en el que debe estar inserta la comunicación, acompañando y fortaleciendo al plan general de la compañía.
Como punto de partida debe existir la presencia o el asesoramiento de un profesional de la comunicación.
Esto permitirá tener una mirada global de lo que implica esta disciplina en el entorno de la empresa, dentro y fuera.
A partir de esta premisa se trabajará sobre un terreno seguro, enfocados en el objetivo.
Tópicos en los que la comunicación aporta valor
Alianzas estratégicas con marcas que compartan nuestro público: los acuerdos comerciales, los beneficios y una comunicación compartida con ciertos eventos y marcas aseguran un retorno que, de realizarlos solos, se tornarían doblemente costosos.
Gestión de prensa: los medios trabajan con una agenda, pero muchas veces ésta se agota. Es preciso conocer los medios para saber cuándo y cómo llegar a ellos y convertir el mensaje en noticia.
Transformarse en fuente de información depende de una relación estrecha y de confianza mutua con los medios que sabemos que pueden aportar a un mejor posicionamiento.
El campo digital: El mundo virtual crece a pasos exponenciales. Los usuarios están cada vez más tiempo on line. Cada vez participan más. Allí están nuestros clientes.
Un estudio pormenorizado de esta realidad puede ayudar a establecer un programa ordenado y cuidado.
El mundo digital de hoy nos invita a conversar con los clientes. Si no estamos dispuestos a ser tan abiertos como lo seríamos en una charla cara a cara, no nos subamos a la ola digital.
Las relaciones públicas: Un asesoramiento profesional le permitirá a la empresa rodearse de públicos afines a su perfil y relacionarse de modo adecuado con cada unos de ellos.
Un acabado estudio del entorno social en el que nos movemos es un paso seguro para avanzar con confianza.
Es ahí donde la visión holística del comunicador nos permite guiarnos por un camino con menor posibilidad de tropiezos.
* Comunicador institucional.
