NovaRed asegura que este año, el blanco favorito de este tipo de vulneraciones seguirá siendo la industria bancaria y el retail, según se ha visto internacionalmente.
“Los hackers se concentrarán en realizar robos que reporten dinero en efectivo rápidamente, como por ejemplo en el desarrollo de algunos ataques que vulneran los cajeros automáticos, para que dispensen todo su dinero”, explica Jorge Rojas, gerente de Servicios.
En tanto, a medida que los comercios aumenten su presencia online, los cibercriminales acelerarán el ritmo de robos masivos de tarjetas de crédito, expedientes personales y datos de identificación, transformando a los ladrones de tarjetas de crédito en traficantes de información.
Otra amenaza recurrente será la que tiene como objetivo la privacidad corporativa, un delito en aumento cuyo flanco más vulnerado serán los accesos a Internet desde el interior de las redes sociales, servicios en la nube y servicios de media streaming, y la protección de las redes perimetrales de las cosas conectadas a Internet (dispositivos como impresoras y smartphones, entre otros).
“Actualmente las compañías se encuentran en la búsqueda del equilibrio entre la privacidad de sus trabajadores y los ataques escondidos tras la encriptación, por lo que el malware será cada vez más difícil de detectar por gran parte de éstas”, comentó el experto.
Las pymes y pequeñas organizaciones gubernamentales serán los nuevos blancos de los ransomware, programas informáticos conocidos como “secuestradores de información”.
Este tipo de ataques no sólo se traducirá en la encriptación no deseada de todos los documentos claves sino que comprenderá también la encriptación no deseada de discos o sistemas completos, debido a que los ataques pueden logran acceder al almacenamiento en red de la compañía.