Cómo el deporte puede contribuir a la recuperación y la resiliencia frente al covid-19

Aseguran que la inactividad física prolongada podría causar un aumento de las enfermedades no transmisibles y de la demanda de los servicios de salud mental. Al contrario, el ejercicio físico permite disminuir la ansiedad, la depresión y favorecer nuevas conexiones neuronales

La pandemia histórica de Covid-19 ha tenido efectos disruptivos en la vida de las personas, tanto en las fases de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) y de distanciamiento social debido a los cambios de rutina en los hábitos laborales y de la vida doméstica. [privado]

Además, la llegada del coronavirus -que todavía registra saldos devastadores en materia económica y sanitaria- puso sobre la mesa de debate la importancia de lograr espacios de bienestar para afrontar un escenario desfavorable.

En este sentido, la práctica deportiva o de actividades físicas puede contribuir a la recuperación y la resiliencia en el marco de esta coyuntura.

Santiago Alderete es profesor y licenciado en Educación Física, además de investigador en ejercicios físicos y neurociencias en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

En diálogo con Comercio y Justicia , el especialista precisó que la primera contribución “de la actividad física como tal es la disminución de la ansiedad y la depresión, en el momento que se realiza y a largo plazo”.

Sobre este punto, Alderete señaló que, en su experiencia durante este año, pudo relevar que luego de la fase más restrictiva del ASPO “la gente que comenzó a entrenar presentaba altos niveles de ansiedad, propia de la incertidumbre derivada de la pandemia” . “Muchas personas comenzaron a sentir ataques de pánico o depresión, tenían problemas para dormir y eso desacomoda toda la rutina”, dijo.

No obstante, a los tres meses de entrenamiento, pudo constatar que registraban ataques de pánico “de menor intensidad y disminución de las medicaciones que habían recetado los médicos”.

Alderete explicó que esto ocurre porque “especialmente los ejercicios de fuerza y los aeróbicos, moderados y de alta intensidad son los que generan mayor liberación de factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés), el cual contribuye a la generación de nuevas conexiones neuronales , principalmente en el hipocampo, que es el área principal de la memoria”. Esto permite desarrollar patrones para distinguir los hechos traumáticos de los que no implican riesgo y “mientras más conexiones neuronales se logren, aumenta la capacidad de aprendizaje y concentración”, agregó.

ONU

Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), emitió recientemente un documento titulado “Recuperarse mejor: deporte por el desarrollo y la paz” , el cual señala que existe una relación entre este tipo de actividades, el afrontamiento del impacto del Covid-19 y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS).

“Durante el período de la pandemia, los gobiernos deben trabajar en colaboración con los servicios de atención médica, la comunidad deportiva y otras partes interesadas para apoyar la actividad física domiciliaria o en entornos seguros, con protocolos adecuados de salud pública y social medidas en su lugar”, precisa el documento que se encuentra disponible online.

En ese sentido, se detalla que “el desarrollo de capacidades de entrenadores y educadores puede ser efectivo en el manejo de los problemas de salud mental y puede ayudar a proporcionar servicios de apoyo psicosocial, especialmente cuando está vinculado a redes de derivación de servicios sociales y de salud ”, agregando que en este trabajo resulta fundamental que se considere la perspectiva de género al aplicar planes de este tipo, “especialmente en lo que respecta a sobrevivientes de violencia doméstica y de género”.

De esta manera, se espera que los programas basados en el deporte también permitan “desarrollar y reforzar las habilidades emocionales”, en niños, niñas y jóvenes, con el objetivo de que esto permita abordar en esta población las “consecuencias directas del estrés causado por los impacto en la salud del Covid-19”.

Por otro lado, vale señalar, el aporte de la disciplina en estos contextos no es solamente preventivo sino también transformativo , dado que la actividad puede dar inicio a comportamientos positivos en relación al bienestar general de las personas y a desestigmatizar los problemas de salud.

RECOMENDACIONES

Sugerencias para potenciar el bienestar

Santiago Alderete explicó en diálogo con Comercio y Justicia una serie de pautas generales y físicas que permitirán afrontar este tiempo de pandemia de una mejor manera:

Consultar con profesionales médicos y del deporte. Evitar la información excesiva de las redes sociales para controlar los niveles de ansiedad. Sostener los vínculos que brindan estabilidad emocional. Generar rutinas y hábitos. Pensar en los efectos del ejercicio físico a largo plazo, descartando objetivos de corto plazo, considerando el momento como fuente de disfrute y “autorregalo”. Establecer horarios fijos para realizar la actividad física. No dejarse guiar por modas.

En este sentido, la ONU insta a que los Estados desarrollen políticas públicas orientadas a favorecer el deporte en esa línea

Beneficios

Por su parte, la Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés) publicó este año algunas recomendaciones orientadas fundamentalmente al ejercicio físico de niños, niñas y adolescentes , dado que constituyen un segmento poblacional fuertemente afectado por las medidas dispuestas para prevenir los contagios de coronavirus en todo el mundo.

Entre los cinco beneficios que se destacan en un artículo online publicado por la organización, se encuentra la contribución a la salud mental, ya que “la actividad física tiene un efecto pequeño pero significativo en la salud mental de niños y adolescentes de 6 a 18 años, según una revisión de 114 estudios. En promedio, los jóvenes que hacen más ejercicio tienen niveles más bajos de depresión, estrés y angustia psicológica, y niveles más altos de autoimagen positiva, satisfacción con la vida y bienestar psicológico”, señala el texto.

En tanto, a nivel conductual , “el ejercicio regular puede mejorar el comportamiento, incluidos aquellos con trastornos de la salud del comportamiento como autismo, trastorno por déficit de atención / hiperactividad, ansiedad y depresión”, se precisa.

Por otro lado, también se destaca una posible mejora en la atención y el rendimiento académico. “A corto plazo, los niños son más capaces de prestar atención después de haber estado físicamente activos, según una revisión de la investigación en niños de seis a 12 años. Y, en promedio, los niños que son activos regularmente a largo plazo tienen un mejor rendimiento académico”, dicen los especialistas.

Finalmente, permite un mejor desarrollo cognitivo. “ El ejercicio y la aptitud física están relacionados con mejores habilidades de pensamiento . Un análisis de estudios en niños de siete a 12 años encontró que el ejercicio regular estaba relacionado con una mejora pequeña pero medible en la función ejecutiva, el conjunto de habilidades utilizadas para aprender, resolver problemas y autocontrol”, dice la APA. [/privado]