Validan despido de un vigilador de barrio privado que se quedó dormido en la guardia

Atento a las sanciones disciplinarias y antecedentes del guardia de seguridad demandante, ello sumado a que se lo encontró dormido en su puesto de trabajo prestando servicios en un barrio cerrado, la Sala 6ª de la Cámara del Trabajo de Córdoba consideró proporcionado el despido dispuesto por La Garde SRL y rechazó que se paguen las indemnizaciones pretendidas.

El vocal Tomás Sueldo indicó que correspondía a la empleadora demostrar el motivo esgrimido para decidir la cesantía del actor y, en esa dirección, apuntó que en la comunicación rupturista, plasmada en una carta documento, se consignó que conforme los hechos producidos y ocasionados, registrados y comprobados sobre el episodio que decidió el distracto.

En ese escenario, el juez indicó que la prueba oral aportada por la accionada y las consideraciones del apoderado del actor en sus apuntes de alegatos “ ratificaron la existencia del hecho que se le atribuyó al trabajador pese a la negativa que ensayó en el telegrama transcripto en demanda mediante el cual rechazó la causa esgrimida ”.

En ese sentido se sostuvo que el deponente V. M. C. declaró haber tomado la imágenes fotográficas y videos que en soporte digital fueron acompañadas al proceso, cuya validez y autenticidad fue corroborada por el perito informático interviniente, derivando que “ mediante tales elementos constató el mencionado testigo -encargado de la firma accionada- que el vigilador O., estaba metido adentro de la garita y durmiendo pese a que debía efectuar sus labores de ‘rondín ”.

El magistrado evaluó que, según los dichos del testigo C., “ no era la primera vez; ya le habían llamado la atención otros encargados de turno -E. M.-, aunque no recordó si se había dejado asentado en el libro de actas ”, circunstancias ratificadas por el testigo D. N. G., quien agregó que sabía que el actor tenía sanciones previas y llamados de atención por faltas en lo laboral como, por ejemplo, que le era difícil acatar órdenes y realizar trabajos.

Asimismo, el juez señaló que la accionada adjuntó a la causa una sanción disciplinaria aplicada al mismo trabajador en otra fecha porque “ no se presentó a tomar servicio, comprometiendo el desarrollo operativo del mismo y la relación contractual con nuestro cliente ”, a raíz de lo cual se le impuso un día de suspensión; en la ocasión se le advirtió que -ante una nueva falta- se lo despediría.

Reconocimiento

Al respecto, se destacó que esa sanción fue firmada por el trabajador y reconocida en juicio, conforme las constancias de autos relacionadas precedentemente y no fue cuestionada oportunamente, quedando así plenamente consentida.

En tales condiciones, Sueldo concluyó que el despido “ resulta proporcionado en tanto la parte empleadora ya había formulado advertencias al Sr. O. en oportunidades anteriores, según se deriva de la prueba documental y testimonial aportada al proceso ”.

Asimismo, el fallo aclaró que la defensa esgrimida por el accionante, referida a que tenía un dolor muy fuerte que aquejaba su rodilla izquierda (a causa de un accidente), por lo cual procedió a “ sentarse y tratar de calmar el dolor con calmantes ”, no resiste mayor análisis, “ toda vez que admitió el hecho endilgado -haber sido encontrado durmiendo en horario de trabajo dentro de la garita- el que además resultó acreditado en juicio, junto con los antecedentes negativos como personal de vigilancia ”.

La decisión subrayó que, todo ello, sin perjuicio de haber sido cierto que padeció un infortunio laboral que le provocó tendinitis/sinovitis postraumática –tirón en la cintura y golpe en rodilla izquierda- el día 19 de octubre de 2019, pero con evolución favorable y alta médica laboral “ sin limitación ” a partir del 22 de noviembre del mismo año.

Contundencia

El magistrado infirió que, ante la contundencia de las declaraciones testimoniales transcriptas y analizadas, “ deviene irrelevante el análisis sobre la situación de despido indirecto en que se colocó el accionante con posterioridad (26/12/2019) ya que el contrato de trabajo había sido irremediablemente disuelto y con justa causa el día 16/12/2019 por decisión patronal, la que adquiere plena validez y justificación, conforme el contexto probatorio de este proceso judicial ”.

En orden a la proporcionalidad de la medida rescisoria con relación al incumplimiento laboral achacado, el vocal advirtió “ que mediando una sanción previa, hace que la gravedad de la inconducta reprochada no admita la posibilidad de graduación de una sanción disciplinaria, en tanto no hay margen de duda respecto a que la actuación del Sr. O. implicó, lisa y llanamente, una inobservancia de los deberes de buena fe, diligencia y colaboración, causando daños a los intereses de su empleador ”.

En definitiva, en el fallo se resolvió que corresponde considerar justificado el despido dispuesto por la empleadora, lo que vuelve improcedentes las indemnizaciones que de él se derivan.