Una cédula puede ser impugnada dentro de los cinco días de tener conocimiento del juicio

El tribunal entendió que el plazo para objetar la notificación de que se trate no debe contarse desde que el abogado del impugnante pudo haber retirado el expediente

Al validar que el impugnante de una cédula de notificación, a la cual se achacó no haber notificado correctamente, debió presentar el incidente de nulidad dentro de los cinco días de haber tomado conocimiento del pleito, lo que, en este caso, ocurrió al realizarse una constatación de un inmueble, la Cámara 8ª Civil y Comercial de Córdoba rechazó la apelación presentada por la demandada por cobro de pesos iniciada por Bustos y Beltrán SA.

Yanina Quiñones apeló el decreto del a quo que dictó la extemporaneoraneidad de su planteo, señalando que la cédula enviada a un domicilio que ya no era el comercial es el acto viciado que no podía conocerse con el acta de constatación del inmueble en su domicilio real.

La accionante relató que, luego de tomar conocimiento de la existencia de un proceso en su contra, compareció en forma inmediata para solicitar la suspensión de los términos que estuvieren corriendo, incluso realizando reserva de acción de nulidad, para el supuesto de corresponder.

La cámara integrada por los vocales Gabriela Eslava y Jorge Arrambide , al tratar la apelación, analizó que el artículo 78 del Código Provincial en lo Civil y Comercial establece cuáles son los requisitos que debe reunir la presentación del nulidicente para poder concederle trámite incidental, disponiendo que debe ser promovido dentro de los cinco días de conocido el acto viciado y que, transcurrido dicho plazo, se entenderá que ha sido consentido por la parte interesada en la declaración de nulidad, no siendo admitido cuando: 1) hubiera transcurrido el plazo previsto en el párrafo anterior y 2) no concurran los requisitos del artículo anterior.

El fallo sostuvo que, en la doctrina del Tribunal Superior de Justicia cordobés, el anoticiamiento extrajudicial del pleito importa el dies aquo para el cómputo del plazo, conforme ha resuelto el magistrado de grado.

El Alto Cuerpo precisó que, independientemente del vicio en la cédula invocada, el hecho de haber tomado conocimiento de la existencia del proceso claramente genera en el anoticiado la carga procesal de averiguar de qué proceso se trata y cuál es la causa por la cual no ha podido tomar conocimiento con anterioridad de su existencia.

El hecho de tomar conocimiento de la existencia del proceso genera en el notificado la carga procesal de averiguar de qué juicio se trata.

En tal orden de ideas, la cámara sostuvo que el recurrente debió plantear el incidente de nulidad dentro de los cinco días contados a partir de que tomó conocimiento de la existencia del proceso; en este caso, desde el diligenciamiento del acta de constatación efectuada, agregando que debió plantear la suspensión de los plazos procesales -lo que efectivamente hizo-, pero ante el rechazo de la suspensión solicitada, cuestionar el decreto que la rechaza.

Los magistrados observaron que si el tribunal denegó el pedido de suspensión por encontrarse los autos a disposición del solicitante y el incidentista consideraba que no estaban a su disposición, debió recurrir ese decreto, habiendo precluído en esta instancia la posibilidad de revertir lo allí resuelto.

Interpretación

De lo expuesto, los jueces derivaron que interpretar lo contrario podría generar una ventaja a favor del demandado rebelde que vulnere el principio de igualdad de las partes, puesto que podría, para dilatar el proceso, comparecer a juicio luego de terminado y antes del remate, alegando no haber conocido el acto viciado y no la existencia del proceso.

Finalmente, la cámara consideró que, de recibirse la tesis que propone el accionado (efectuar el cómputo recién a partir desde que retira el expediente por préstamo), el demandado podría comparecer a juicio, consultar el expediente en la barandilla y dejar que pase el tiempo indefinidamente, sin computársele nunca el plazo hasta que su abogado no decida retirarlo, acto que depende únicamente de su voluntad.

Por ello, la cámara señaló que el inicio del cómputo del plazo nunca puede partir del retiro del expediente por parte del demandado incidentista.

En conclusión, en el fallo se resolvió que el argumento vertido por el recurrente no podía ser recibido.

Autos: “BUSTOS Y BELTRÁN SA C/ QUIÑONES, YANINA VANESA – ORDINARIO – COBRO DE PESOS – EXPTE. 7018253"

El fallo Descarga

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