Rechazan relación laboral al probarse que el demandante tenía su propio taller

El Tribunal Superior de Justicia de Córdoba corroboró que el supuesto vínculo se basó en meras conjeturas

Al constatar que se demostró que el accionante poseía su propio taller mecánico y realizaba tareas ocasionales a favor de la demandada, la Sala Laboral del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba (TSJ) admitió la casación presentada y ordenó el rechazo de la demanda al considerar que las circunstancias probadas desvirtuaron la presunción de un contrato de trabajo.

El casacionista demandado argumentó la falta de razón suficiente en la decisión que estableció un vínculo laboral. Alegó que los testimonios citados demuestran que las tareas realizadas por S. eran fungibles y ocasionales a favor de la demandada. Además, mencionó que la posibilidad de no responder a la convocatoria de la demandada y la necesidad de buscar a otra persona, M. R., confirman la naturaleza fungible y la falta de disponibilidad.

También señaló que S. no tenía un horario fijo, no recibía salario, era reemplazado por M. R. y no había regularidad en su desempeño. Por último, destaca que el actor tenía su propio taller mecánico en su casa.

En respuesta a esto, el Alto Cuerpo, compuesto por los vocales Mercedes Blanc de Arabel, Luis Enrique Rubio y Luis Eugenio Angulo, luego de evaluar el asunto, indicó que el actor demandó a A. Y. U. como empleadora, afirmando haber prestado servicios de forma continua de lunes a sábado en horarios específicos.

Servicios

Se aclaró que estos servicios consistían en el ensamblaje, mantenimiento y reparación de motocicletas nuevas que la demandada vendía. La demandada niega la existencia de una relación laboral dependiente y argumenta que, aunque el actor realizaba las tareas mencionadas, éstas eran propias de su oficio como mecánico y las llevaba a cabo en su propio negocio, un taller mecánico, salvo el ensamblaje, que podía realizarse en el local a petición suya, de manera discontinua, irregular y no periódica.

Ante esta controversia en el litigio, en la cual no se discute que S. armaba y reparaba motos en garantía vendidas por la demandada, el TSJ sostuvo que la discusión se centra en determinar si esto se realizaba mediante una relación dependiente (actor) o autónoma (demandada), y corresponde a esta última desvirtuar la presunción establecida en el artículo 23 de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT).

El fallo continuó relatando que, según el juez, la evidencia testimonial no fue suficiente para desvirtuar dicha presunción legal, por lo que concluyó que las tareas realizadas por el demandante se encontraban dentro de una relación laboral de dependencia.

Sin embargo, el TSJ observó que esta afirmación no se justifica en los elementos de prueba analizados, ya que los testimonios citados indican que S. actuaba por su cuenta y orden. En particular, destaca el testimonio de M. R., quien mencionó tener su propio taller mecánico de motos y ser la persona a la que llamaban cuando el actor no podía asistir, describiendo así la modalidad autónoma de su trabajo y afirmando realizaba tareas similares a las de S.

El Alto Cuerpo también mencionó el testimonio de J. E. D., que indicó que S. tenía su propio taller, y el testimonio de J. H. B., que compró una moto a la demandada y la llevó al taller de S., donde también vio al actor en dos ocasiones en el comercio de la demandada pidiendo repuestos.

Manifestaciones

A partir de estas manifestaciones, el TSJ infirió que confirman la realización de un trabajo ajeno a la relación laboral de dependencia, demostrando que el actor tenía su propio taller mecánico, lo cual es incompatible con la jornada laboral que se denunció, de lunes a sábado de 9 a 13 y de 16 a 20.

También se destacó que los testigos que vieron al actor en el local lo hicieron específicamente debido a problemas en las motos compradas o como clientes.

En conclusión, el fallo sostuvo que, en base a la experiencia, es más acorde con la realidad que el actor, un mecánico con su propio taller, fuera llamado cuando se vendía una moto o había alguna falla, en casos puntuales, y se le pagaba por cada vez que era convocado.

Los supremos enfatizaron que si no podía o no quería asistir, era reemplazado por otro mecánico independiente que ocupaba su lugar, lo que desplaza el carácter personal e indivisible de la prestación del servicio. Por lo tanto, el Alto Cuerpo concluyó que las premisas que sustentan la existencia de una relación laboral entre el actor y la demandada son meras conjeturas sin respaldo en las pruebas del caso.

En consecuencia, el fallo determina que se debe anular la decisión y, en base a los fundamentos expuestos, rechazar la demanda presentada en este caso.

Autos: "S., G. O. c/ U., A. Y. - Ordinario - Despido" Recurso de Casación - 1713485, Trib. de origen: Cám. Crim., Correcc., Civ. y Com., de Flia. y Trabajo, Deán Funes