Policía, padre afín de una adolescente, debe pagar cuota alimentaria hasta que sea mayor

La Cámara 2ª de Familia de Córdoba confirmó la obligación alimentaria a favor de una adolescente a cargo de la ex pareja de la progenitora de ésta, al valorar el rol que había ocupado el hombre como principal sostén económico de la familia, durante la vigencia de la unión convivencial.

El tribunal integrado por los vocales Graciela Moreno de Ugarte, María Mora y Fabián Faraoni analizó la apelación presentada por el padre afín, quien criticó la fijación de la mesada, equivalente a cinco por ciento del haber como miembro de la Policía de la Provincia, previo descuentos de ley, más la asignación familiar, si correspondiere, hasta enero de 2027 inclusive, con más las costas a su cargo.

La alzada subsumió el caso en el artículo 676 del Código Civil y Comercial (CCyC), que expresamente reconoce esta obligación, en cuanto dispone que “ la obligación alimentaria del cónyuge o conviviente respecto de los hijos del otro, tiene carácter subsidiario ”, deber que cesa “en los casos de disolución del vínculo conyugal o ruptura de la convivencia”.

Cambio

Se añadió que si el cambio de situación puede ocasionar un grave daño al niño o adolescente y el cónyuge o conviviente asumió durante la vida en común el sustento del hijo del otro, “ puede fijarse una cuota asistencial a su cargo con carácter transitorio, cuya duración debe definir el juez de acuerdo a las condiciones de fortuna del obligado, las necesidades del alimentado y el tiempo de la convivencia ”.

Para el tribunal, se acreditó que el demandado le brindó -desde pequeña- un trato “ ostensiblemente familiar ” a la adolescente en cuestión, además de contribuir exclusivamente a su sostenimiento”, lo que nunca hizo su padre biológico.

Asimismo, la cámara valoró que las testimoniales rendidas en la causa “ son contestes con lo expuesto, así como las fotografías adjuntas a la demanda ” y advirtió “ que el judicante ha sopesado debidamente el tiempo de convivencia (nueve años), que la progenitora se encuentra sin trabajo y la situación económica en que se encuentra el obligado para definir la cuantía, esto es, que previamente ha fijado una cuota alimentaria a favor de las otras dos hijas biológicas del demandado en el equivalente a 30% del haber mensual que percibe como dependiente la Policía de la Provincia de Córdoba ”, para luego definir a favor de X. X. X. el equivalente a cinco por ciento de dichos emolumentos, hasta el mes de enero del año 2027 inclusive -fecha en la cual la niña alcanzará la mayoría de edad- en el marco del carácter asistencial, temporal y subsidiariedad que opera en este tipo de mesada alimentaria cuestionada.

Argumento

A su vez, el fallo indicó: “ En nada varía lo expuesto que el quejoso insista en que la representante complementaria en oportunidad de evacuar el traslado previo a resolver estimó que no se encontraban acreditados los extremos (1 de junio de 2022); en tanto, además de no tener carácter vinculante dicha actuación funcional, se advierte que ante esta alzada la representante complementaria -bajo el desempeño de la asesora Letrada - expuso que en virtud de un error material involuntario el Ministerio Público omitió valorar la prueba testimonial y confesional obrante en los autos principales que acreditan los extremos mencionados ”.

En ese contexto, el tribunal valoró que el recurrente “ pretende aditar el requisito de inscripción de la unión convivencial a fin de desvirtuar la procedencia de la mesada alimentaria fijada a su cargo ” y en ese aspecto resaltó que la hipótesis de autos “ queda subsumida en el art. 676 CCCN, sin que tal normativa supedite la obligación alimentaria del progenitor afín a que obre registrada la unión convivencial (art. 511 CCCN), por el contrario, deviene aplicable el art. 512 de dicho cuerpo normativo en cuanto dispone que la unión convivencial puede acreditarse por cualquier medio de prueba, y que la inscripción en el registro de uniones convivenciales es prueba suficiente de su existencia ”.

Opción

En ese sentido, la alzada coligió que “ son los convivientes quienes en definitiva deberán realizar la opción de inscribir la unión convivencial en resguardo de sus derechos frente a los terceros, pero si no lo hicieran siempre podrán probar la existencia y configuración de la unión convivencial por cualquier medio de prueba, tal como ocurre en este caso ”.

En tal sentido, se agregó que no podía soslayarse que la cuestión debatida “ radica en aspectos eminentemente internos que atañen a la familia convivencial y no a terceros que implicarían ponderar la referida inscripción en orden a la oponiblidad a terceros de la unión convivencial”, por lo que se resolvió que la mesada alimentaria a favor de joven “luce ajustada a los parámetros que la normativa establece ”.