Padre paga costas al probarse que la hija que cumplió 21 años aún cursa estudios

La cámara valoró que no hubo motivos para apartarse de la regla que señala que en cuestiones alimentarias se aplica el principio general de que los gastos causídicos del juicio deben imponerse al obligado, dado el carácter asistencial de la prestación y su protección de cualquier menoscabo

La Cámara de Familia de 2ª Nominación de Córdoba hizo lugar a una resolución que, en el marco de un incidente de cese de cuota alimentaria impulsado por un padre en atención de haber cumplido 21 años de edad su hija rechazado porque ésta demostró que estudia, ordenó que las costas sean a cargo del alimentante por haber resultado vencido y por no existir razones valederas para apartarse de esa regla.

El tribunal integrado por los vocales Graciela Melania Moreno Ugarte y Fabián Eduardo Faraoni, al analizar la cuestión, indicó que el hombre apuntó que el magistrado se aparta del principio objetivo de la derrota en atención a las especiales aristas del caso, sin exponer las circunstancias que avalan tal decisión. Asimismo, la apelante refirió a que en materia de alimentos rige el principio general de que las costas deben ser soportadas por el obligado al pago.

Régimen

Bajo esas premisas, la cámara recordó que el régimen causídico que rige en la provincia se basa fundamentalmente en el principio objetivo de la derrota; es decir, que la regla vigente indica que es la parte vencida es la que carga con el peso económico del proceso.

El fallo valoró asimismo que el artículo 130 del Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia (CPCC) permite al juez eximir al vencido de esa condena, total o parcialmente, siempre que existan razones suficientes para ello, pero en tal supuesto se deben explicar los motivos fundantes de la decisión.

El tribunal sostuvo que los fundamentos brindados en el pronunciamiento atacado permite colegir que la argumentación expuesta en el fallo a los fines de fundar la imposición de las costas del juicio por el orden causado padece del yerro que se denuncia en el recurso.

Así, los camaristas valoraron que el tribunal de primera instancia entendió justa y equitativa la imposición de costas por el orden causado, por considerar las especiales aristas de este caso; sin exponer en concreto las circunstancias que sustentan tal decisorio y que permitan apartarse del principio precedentemente expuesto.

Asimismo, se rescató que, en materia de alimentos rige el principio general que prescribe que las costas deben ser soportadas por el obligado al pago, el que responde al imperativo de proteger la incolumidad de la prestación alimentaria.

Circunstancias

A su vez en el caso se examinó si existieron especiales circunstancias para apartarse del principio general imperante en la materia, observando al respecto que el progenitor solicita el cese de la cuota alimentaria con el solo fundamento de haber operado el cese de su obligación de pleno derecho, en atención a haber cumplido 21 años de edad su hija, conforme al acta de nacimiento que acompaña.

En dicho marco, advirtió que de la prueba rendida obra documental en torno a los estudios académicos que desarrolla la joven M. y prueba informativa en igual sentido expedida por la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba, ofrecida en forma subsidiaria por la alimentada.

De ello se derivó que en tal contexto el tribunal a quo rechazó el pedido incoado por el progenitor y, en consecuencia, mantuvo la vigencia de la mesada alimentaria homologada, en favor de su hija M. D. A., quien deberá administrarla, y la que deberá continuar siendo retenida por la empleadora de P. J. A. D.

Sin razón

Así las cosas, la cámara entendió que no se advierte razón alguna que permita colocar el caso al margen de los principios aludidos anteriormente, desde que el magistrado en el resolutorio cuestionado decide mantener la cuota alimentaria tanto en el importe como en la modalidad de pago; lo que ha quedado firme.

De allí se infirió que el padre resulta perdidoso en su pretensión y continúa siendo obligado al pago en carácter de alimentante, sin existir mérito para eximirlo, por lo cual se concluyó que la imposición de costas, tal como ha sido resuelta por el juez de primera instancia, no resultó ajustada a derecho.

Por todo lo expuesto, en el fallo se resolvió que, en virtud de todo lo expuesto, la naturaleza de la materia en discusión -cuota alimentaria-, y la protección de la incolumidad de la prestación alimentaria, avalan la admisión del recurso de apelación incoado y la revocación de la imposición de costas efectuada en primera instancia, debiendo ser impuestas al alimentante.