No admiten cobro de prima no demostrarse que hubo un contrato entre las partes

Al interpretar que el único elemento presentado en el juicio por la demandante Nación Seguros SA fue la emisión de una póliza hacia la demandada Transporte El Faro SA como la prueba instrumental, lo que demuestra un acto de voluntad unilateral pero no la concreción de un acuerdo entre las partes, la Cámara 3ª Civil y Comercial de Córdoba confirmó el rechazo de la acción de la aseguradora, que pretendía el pago de la prima del seguro no concretado.

El tribunal - integrado por los vocales Jorge Augusto Barbará (autor del voto) y Ricardo Belmaña -, al analizar la cuestión, indicó que conforme surge de las quejas esbozadas, “ la compañía aseguradora accionante se agravia del rechazo de la demanda abreviada de cumplimiento contractual por ella incoada con sustento en la suscripción de un contrato de seguro automotor con la sociedad demandada, la cual por su parte negó haber celebrado ”.

En primer término, la alzada advirtió que el argumento basal de la parte recurrente “ se apoya en la falta de o la inadecuada valoración de la copia de póliza ".

Voluntad

Al respecto, el fallo consideró que, por un lado, “ la póliza no ha sido valorada por el a quo ni en su contenido ni en sus características porque – precisamente – éste concluyó que la misma no da cuenta de la voluntad de la demandada de contratar un seguro con la compañía actora, que era lo que debía acreditar la accionante ”.

En definitiva, la decisión señaló que pese a la constatación de la existencia de la emisión unilateral de una póliza por parte de la aseguradora y el respectivo asentamiento en sus registros, “ tal instrumento no podía dar cuenta de la voluntad o la intención de la demandada como parte asegurada desde que no se encontraba firmada por ésta (condición esencial para la existencia de todo acto celebrado bajo forma privada) ni tampoco se había acreditado la entrega de dicha póliza a la misma, deber que pesa legalmente sobre la aseguradora ”.

Por otro lado, la cámara valoró lado que la circunstancia de que en la copia acompañada se exprese “ renovación póliza ”, tal mención “ no tendría la entidad que la actora le asigna, en tanto el carácter de renovación automática de la póliza en nada supliría la omisión de entregar la nueva póliza a la parte asegurada o la falta de suscripción de conformidad ”.

Sin respaldo

El pronunciamiento remarcó que “ no se acompañó ningún tipo de documental que respalde siquiera la supuesta existencia de estos contratos de seguro anteriores, en los cuales se hubiera efectivamente pactado la renovación automática que autorizara la emisión efectuada por Nación Seguros SA, que tampoco podría presumirse por su carácter particular ”.

Por lo expuesto, el tribunal evaluó que, desechada la póliza acompañada como documento privado susceptible de acreditar la voluntad de la demandada de suscribir un contrato de seguro con la actora, se advirtió que “ no existía comienzo de ejecución (pues justamente y conforme lo reclamado la demandada no habría abonado las dos primeras cuotas de la prima), ni se pudo constatar que se haya entregado la póliza a la demandada o cualquier otro acto que pueda constituir principio de ejecución del contrato de seguro ”.

En consecuencia, el vocal Barbará concluyó que, descartado el valor probatorio de la póliza atento la falta de restantes elementos de juicio que permitieren tener por probado el consentimiento contractual, no cabía más que rechazar la acción.

En este sentido, la alzada indicó que la carta documento a la cual alude la aseguradora, incluso aunque se le reconociera valor probatorio, “ no lo sería para acreditar la celebración del contrato de seguro, sino una supuesta constitución en mora, si en efecto hubiera una obligación exigible ”, infiriéndose que no probado lo primero, “ la misiva enviada no es más que la denuncia de una deuda que no se condice con obligación alguna asumida por la demandada ”.

Ley

A mayor abundamiento, el fallo interpretó que, en relación a la supuesta mora alegada por la actora, no debe perderse de vista lo dispuesto por la propia Ley de Seguros sobre la exigibilidad de la prima, en su artículo 30: “ La prima es debida desde la celebración del contrato, pero no es exigible sino contra entrega de la póliza, salvo que se haya emitido un certificado o instrumento provisorio de cobertura ”.

En este escenario -y en virtud del precepto anterior-, la decisión derivó que, incluso aunque se considerase suficientemente probada la existencia del contrato de seguro, “ la prima no sería exigible sin acreditar la aseguradora la efectiva entrega de la póliza o la convención expresa de dicha exigibilidad en otro documento, ya sea la propuesta o contratos anteriores ”.

En definitiva, en el fallo se resolvió que conforme las constancias y la normativa legal aplicable, la solución que corresponde es no hacer lugar al recurso de apelación interpuesto por la actora Nación Seguros SA.