Negativa rotunda a pedido de nulidad de matrimonio disuelto mediante divorcio

La mujer fundamentó su solicitud en su respeto por la institución. Alegó que su ex esposo le ocultó que tenía hijos antes de formalizar el casamiento. También denunció que -una vez unidos- le anunció que su intención era no trabajar más

En Santa Fe, la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y Laboral de Reconquista confirmó el rechazo del pedido de nulidad de un matrimonio ya disuelto por sentencia de divorcio.

Al hacer su presentación, la mujer alegó que su ex esposo le ocultó que tenía hijos antes de la celebración del acto. También denunció que, ya casados, le anunció su intención de no trabajar más.

“Es improcedente la pretensión de anular un vínculo ya disuelto por una sentencia de divorcio vincular pasada en autoridad de cosa juzgada, a lo que debe agregarse que en el Código Civil y Comercial el legislador ha mantenido en un marco de extrema restricción la acción de nulidad de matrimonio por un vicio del consentimiento, con un estrictísimo plazo de caducidad de la acción, pasados 30 días de la continuación de la convivencia una vez conocido el vicio”, reseñó.

La existencia de una sentencia de divorcio vincular pasada en autoridad de cosa juzgada constituye un valladar de orden lógico y jurídico para la procedencia de la acción de nulidad de matrimonio, la cual claramente aparece como una desopilante aventura jurídica.

En tanto, indicó que los argumentos de la actora -la omisión de informarle acerca de la existencia de hijos y de la intención de no trabajar- están completamente fuera de toda previsión normativa. “No se puede disolver lo ya disuelto, no existe tal previsión legal de facultar la acción de nulidad relativa de un matrimonio disuelto”, enfatizó.

“Desopilante aventura”

“La existencia de la sentencia de divorcio constituye un valladar de orden lógico y jurídico para la procedencia de la acción de nulidad del matrimonio interpuesta, la cual claramente aparece como una desopilante aventura jurídica cuyo inicio resulta suspicazmente coincidente con los efectos patrimoniales que se imponían a la actora derivados de la pretensión de disolución de la sociedad conyugal, según un convenio arribado entre los entonces cónyuges en el marco del divorcio, con la intervención de profesionales asistiendo a cada parte”, ilustró el tribunal para reforzar su posición.

“Al haber operado la disolución derivada del divorcio vincular, no existe el presupuesto fáctico exigido para el cómputo del estricto término de caducidad -cese de la convivencia dentro de los 30 días de conocido el vicio- y aún obviando tal cuestión, se advierte que la actora omite cualquier precisión temporal respecto al tiempo transcurrido entre el conocimiento de las circunstancias denunciadas como configuradoras del vicio y la interposición de la demanda”, abundó la alzada.

Asimismo, manifestó que la falta de liquidación de la sociedad conyugal al momento del pedido de nulidad no constituye argumento válido para relevar el impedimento de orden lógico de que es imposible anular -es decir, privar de efecto jurídico alguno- un vínculo matrimonial extinguido por obra de un divorcio.

Sobre el restrictivo régimen para poder anular un matrimonio por un vicio del consentimiento, puntualizó que considera que, pasados 30 días, si no se interrumpe de manera inequívoca la convivencia, se presume su subsanación sin importar su gravedad, derivando que, por ello, es claro que la ley permite la confirmación de los matrimonios afectados de nulidad relativa.