Malos datos sobre calidad democrática en América Latina

El último informe del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA), presentado la semana pasada, en Panamá, plantea un horizonte difícil para América Latina y el Caribe.

Con la firma de Daniel Zovatto, politólogo egresado de la Universidad Católica de Córdoba, el documento indica que la salud democrática de la región, marcada por el malestar social y con un deterioro institucional que la pandemia profundizó, atraviesa su momento más delicado en dos décadas.

Según su tenor, la mitad de los países de América Latina y el Caribe (Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Barbados y Uruguay) muestran signos de erosión en su democracia, mientras Brasil sigue profundizando su retroceso.

“Las instituciones tradicionales de representación -los partidos políticos y los parlamentos- se encuentran sumidos en una profunda crisis de legitimidad y de confianza”, sostiene el relevamiento.

Consigna también que el descontento ciudadano que ya existía antes de la crisis sanitaria irá en aumento, por la escalada de las tasas de pobreza y la desigualdad.

Partidos y parlamentos

“Las instituciones tradicionales de representación -los partidos políticos y los parlamentos- se encuentran sumidos en una profunda crisis de legitimidad y de confianza”, sostiene el relevamiento.

Destaca que la firma de la Carta Democrática Interamericana por la Organización de Estados Americanos (OEA), hace 20 años, fue “el punto de partida del mejor momento democrático de la región a mediados de la primera década” de este milenio.

Hace una llamada de atención al documento de la OEA, que nació para ser garante y evitar las traumáticas experiencias del pasado, signado por dictaduras, por “no haber sabido enfrentar a tiempo los desafíos y los ataques contra el Estado de derecho” en varios países de la región.

El documento destaca la “dimensión vital de la democracia en la juventud” y estima que -si es “aprovechada y encauzada”- puede convertirse en “la principal reserva democrática de la próxima década”.

“Sus promesas y sus mecanismos de protección de la democracia resultan insuficientes”, indica el análisis.

Reseña que desde 2007 la región perdió cuatro democracias: Haití y Honduras, a los que califica como “regímenes híbridos en proceso de deterioro”, y Nicaragua y Venezuela, dos naciones cuyos gobiernos describió como de “rasgos autoritarios” que se añaden “a la experiencia autoritaria de larga data de Cuba”, y sostuvo que aquéllos “continúan profundizándose”.

No obstante, concluyó que la mayoría de las democracias de la región están estancadas.

IDEA trazó un nivel de “desempeño medio”en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y México, entre otras naciones.

Para Salvador, Guatemala, Jamaica y Paraguay usó la definición “bajo desempeño”.

Uruguay es la única democracia latinoamericana con la nominación “desempeño alto”.

Libertades civiles

El documento alerta de que los estados de emergencia que se declararon para contener la pandemia afectaron, en ocasiones de manera arbitraria, las libertades civiles, abrieron una puerta a la corrupción y produjeron retrocesos históricos en materia de igualdad de género.

“Excusándose o no en la pandemia, algunos actores políticos han intensificado sus ataques contra la libertad de expresión y las autoridades electorales y judiciales”, valora el documento.

“Excusándose o no en la pandemia, algunos actores políticos han intensificado sus ataques contra la libertad de expresión y las autoridades electorales y judiciales, y han involucrado indebidamente a las fuerzas armadas en funciones relativas al mantenimiento del orden público”, enfatiza.

En otro tramo, estima que restablecer la confianza ciudadana es “una condición necesaria pero no suficiente para evitar el ascenso de gobiernos populistas y autoritarios en la región”.

Además, subraya la necesidad de contar con parlamentos, poderes judiciales y órganos electorales independientes y bien financiados y con medios de comunicación confiables e independientes.