Las horas extras se pagan cuando el trabajador presta servicios, no por sólo estar disponible

La Sala Laboral del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Córdoba revocó la parte de una sentencia que había admitido que el sistema de “guardias pasivas” instaurado por Hewlett-Packard Argentina SRL como si se tratara de horas extras, al entender que éstas se deben pagar de acuerdo con la Ley de Contrato de Trabajo (LCT) cuando efectivamente el trabajador prestaba servicios, no por sólo estar disponible.

Por el contrario, el Alto Cuerpo rechazó el agravio de la empresa vinculado al pago de la indemnización gravada, ya que el trabajador demandante fue despedido sin causa tras comunicar a la empresa que iba a contraer matrimonio.

La firma demandada objetó que se aplicaran erróneamente los artículos 103 y 197 de la ley 20744, porque en las denominadas “guardias pasivas” el trabajador integraba un grupo de labor y podía atender o no los llamados, a cuyo fin se estableció un sistema de escalonamiento, modalidad por la cual percibía un plus por esa modalidad y el pago de horas extras en caso de que efectivamente prestara servicios.

Al resolver, el TSJ -integrado por Mercedes Blanc de Arabel, Luis Enrique Rubio y Luis Eugenio Angulo- indicó que la sala Laboral a quo tuvo por cierta la existencia de guardias en las cuales, fuera de su jornada de trabajo, debían llevar consigo elementos provistos por la empleadora a fin de “conectarse” y brindar soporte técnico en caso de que un cliente lo requiriera y verificó en los recibos de sueldo el pago por parte de la demandada de un “plus guardia”, entendiendo que ese sistema de “guardias pasivas” debía pagarse en su totalidad como horas extraordinarias -no sólo aquellas efectivamente trabajadas frente a una consulta-, porque el actor en ese lapso de tiempo estuvo plenamente a disposición de la demandada.

Revisados los términos de la litis, entendió el TSJ que la prestación de quienes asumían las mentadas “guardias pasivas” del modo en que fue acreditada la jornada estaba incluida en los conceptos percibidos (plus por guardia y abono de horas extras a 50% o al 100%, si efectivamente eran convocados).

Así, se estableció que no se verificó la inobservancia de lo dispuesto en los arts. 197 y 103 de la LCT, toda vez que durante su ejecución los trabajadores disponían de ese tiempo en beneficio propio, lo cual lo fundó por el sistema de escalonamiento fijado por la empresa: si el nivel 1 no podía solucionar el problema, se accedía al nivel 2, el que -a su vez-, si no quería o carecía de herramientas para responder, daba paso al siguiente nivel y así hasta agotarlo.

Por lo anterior, y en tanto el trabajador no acreditó que estuviera disponible en la forma denunciada en demanda, se concluyó que la prestación de trabajo que incluía “guardias pasivas”, se encontraba debidamente remunerada y se resolvió que desestimar el reclamo de diferencias de haberes por el período julio/2013 a julio/2015; diferencias sobre el SAC (2º semestre/2013, 1º y 2º semestres/2014 y 1º semestre/2015) y diferencias sobre la indemnización por antigüedad y sustitutiva de preaviso reclamadas.

Comunicación

En cuanto a la indemnización agravada del artículo 182 LCT, el TSJ indicó que el casacionista afirmó que el trabajador no comunicó de manera fehaciente que iba a contraer matrimonio, añadiendo que lo expuesto “ no encuentra respaldo en los elementos probatorios que convencieron a la a quo en el sentido opuesto, y con la testimonial tuvo por cierto que la patronal conocía que el actor iba a casarse y que avisó con anticipación. Incluso el gerente y supervisor directo del actor atestiguó que sabía del matrimonio bastante antes del efectivo enlace ”.

Para los vocales, dicha conclusión “no se logra conmover si el recurrente se limita a proponer su propia interpretación del término ‘notificación fehaciente”.

Además, se remarcó que la empleadora “ no puede justificar la negligencia probatoria atribuida a su parte -no presentó las constancias informativas del reclamante- remarcando que era el trabajador quien debía conservar el comprobante del envío de la notificación, toda vez que la modalidad vía sistema fue impuesta por Hewlett-Packard Argentina SA y, según informó el perito especializado, ésta no presentó los registros aduciendo que los borró en virtud de una política empresarial, sin respetar los plazos legales de conservación de la documentación ”.

Finalmente, el Alto Cuerpo analizó que la empresa intentó “ desarticular a partir de la interpretación interesada de los dichos del testigo T. -quien habría dicho que la razón de la desvinculación fue que no aceptó migrar a India-, argumento que resulta contradictorio con la posición de la demandada asumida al despedirlo -sin invocación de causa- ”.