ESCUCHARMerci pour ce moment. Gracias por este momento. Tal es el título del explosivo libro de Valerie Trierweiler, famosa periodista y más famosa ex pareja del actual presidente de Francia, François Hollande. 320 páginas de palabras escritas desde el despecho.
Precisamente, existe un dicho francés que entiende que no existe en el universo peor cosa que el despecho de una mujer. Nada iguala su poder destructivo. A su lado, el más poderoso de los misiles balísticos intercontinentales nucleares parece cuasi una cañita voladora.
Narrado en tono de confidencia, como si estuviera con una amiga cercana tomando el té o durante un tratamiento en el spa, le dice de todo, absolutamente de todo a su “ex”.
François Hollande, actual presidente francés, puede que sea un genio. Se graduó séptimo de su clase en la exlusiva Escuela Nacional de Administración, donde se forma la flor y nata de la burocracia francesa. Como político no es malo, para nada: llegó a liderar el Partido Socialista francés y a la Presidencia de ese país. Pero en cuestión de mujeres, los hechos están comprobando que es un cero a la izquierda. Para decirlo en términos ochentosos, en boca de uno de los latigillos del genial Calabró, este muchacho con las féminas “es un pelotazo en contra”.
Ya casi tiró a la basura su carrera política cuando se reveló el término del matrimonio con su antigua compañera de estudios Ségolène Royal, por infidelidad… con Valerie. Aparte de esposa, Ségolène era una dirigente de peso en el socialismo y una figura clave en su camino a la presidencia.
Pero claro, madame Royal era precisamente eso: una dama. Y separó las cuestiones matrimoniales de las políticas. Tanto como podía pedírsele. De tal forma, François se convirtió en el primer presidente galo en tener una “compañera” en lugar de una “esposa”. A pesar de ser una mujer de carácter, Valerie Trierweiler se bancó la omisión en pasar por el registro civil y el hecho de no poder ser primera dama por derecho propio, sino tan sólo ser tratada “de facto” como tal. Lo que no se bancó en absoluto es que él la engañara con una secretaria de la presidencia. Algo que suele pasar, entre los primeros mandatarios. Desde Kennedy a Clinton, podemos citar casos al respecto.
La venganza será terrible, reza el dicho. Perfectamente se aplica a este caso. Valerie es una periodista renombrada y sabe todos los trucos sucios del oficio. Y como puede apreciarse de una simple lectura de su libro, los ha aplicado con esmero a lo largo de todo el texto. Al punto de quedar mal parada ella, como cuando cuenta con todo detalle y con la mayor naturalidad cómo François Hollande engañaba a su esposa con ella. El despecho de las francesas es de temer.
Esta mezcla a la francesa que combina la belleza clásica de Catherine Deneuve con la falta de escrúpulos de Margaret Thatcher. Sabe muy bien lo que escribe. Haciéndose la inocente, deja entrelíneas que la infidelidad serial de Hollande no se limita a las mujeres y la cama: se extiende a las cuestiones de la política. En forma directa lo tacha de hipócrita en sus convicciones, alguien que se hace como si se preocupara por los pobres cuando en realidad no es más que un ególatra de sí mismo. Por eso, las mayores críticas al texto han partido, precisamente, del Partido Socialista francés, que ve cómo se le mueve la estantería por la chapucería amorosa de su líder.
El libro es, como estaba cantado, un éxito de ventas. Agotó 200.000 ejemplares en pocos días. Pero puede volverse en contra de Valerie. Pero eso, lo dejamos para la próxima.
(*) Abogado. Doctor en Ciencias Jurídicas. (**) Agente de la Propiedad Industrial
