ESCUCHAREl fiscal de instrucción del Distrito 1, Turno 4, imputó ayer a dos empleados de la empresa de transporte Tamse, a quienes se los encontró responsables por las heridas que sufrió una joven cuando viajaba a bordo de un trolebús de esa compañía estatal.
Los acusados son el jefe del taller de la División de Trolebuses de la Tamse, Gustavo Ficarra, y uno de los trabajadores del taller mecánico de esa misma empresa, Walter Capdevilla, a quienes se los responsabilizó de haber actuado de manera negligente en el cumplimiento de sus funciones. Precisamente, ambos trabajadores eran los encargados de controlar y mantener las unidades de la Tamse, especialmente los trolebuses de la línea “C”, en uno de los cuales ocurrió el accidente.
De no mediar apelaciones, el fiscal Caro podría elevar a la brevedad la causa a juicio, cuyo debate comenzará el año próximo.
Hay que destacar que las imputaciones del funcionario del Ministerio Público se conocieron a poco más de un año de ocurrido el episodio -que tuvo lugar el 15 de mayo del 2008 – y cuya protagonista fue una joven vendedora llamada Romina Montiel, que viajaba en pleno centro de la ciudad de Córdoba.
Qué ocurrió
El inesperado hecho sucedió en la avenida Vélez Sársfield, frente al Teatro del Libertador San Martín, a metros del Patio Olmos.
Según las pericias, la causa del accidente fue la rotura de un eje de la unidad de transporte de trolebus de la línea “C”, que provocó que una tapa ubicada en el piso del vehículo se abriera y la chica cayera al pavimento. Gracias a la ayuda del resto de los pasajeros que viajaban en la unidad de transporte, ésta pudo desprender la botamanga de su pantalón del eje que le atrapaba la pierna.
Minutos después la pasajera -que había subido en la parada de Santo Domingo- fue asistida, primero en el Hospital de Urgencias y luego en el Sanatorio Allende, de heridas de consideración en una de sus piernas.
Tras un proceso de recuperación de varios meses, Montiel volvió a trabajar.
