Empresa de colectivos no responde por daños a niña causados por terceros

El tribunal entendió que la firma transportista de pasajeros cumplía con las normas de seguridad que exige la legislación y no pudo evitar el accionar vandálico de personas extrañas [privado]

La Cámara 1ª Civil y Comercial de la ciudad de Córdoba revocó una sentencia que había condenado a Empresa Coniferal Sacif a abonar la indemnización por los daños padecidos por una niña que sufrió lesiones en su rostro a causa de la rotura del vidrio de una ventanilla del colectivo en el que viajaba, como consecuencia de una piedra arrojada por terceros contra el vehículo.

El tribunal de alzada entendió que entre la prestación del servicio de transporte en las condiciones de seguridad exigibles y el menoscabo padecido por la actora, se interpuso el hecho de un tercero no imputable a la empresa demandada, que fracturó el nexo de causal y la eximió de responsabilidad.

En primera instancia se había acogido la demanda, motivando la apelación de la empresa de transporte y la aseguradora citada en garantía.

Para que opere la eximente del hecho de un tercero extraño por quien no se debe responder, es menester que el hecho tenga incidencia causal en la producción del resultado lesivo, sea en forma exclusiva o concurrente; y que, a su vez, el hecho de ese tercero no sea imputable al demandado, requisitos que, para el tribunal, se encontraron satisfechos en el caso.

La cámara integrado por los vocales Julio César Sánchez Torres, Guilllermo Pedro Bernardo Tinti y Leonardo González Zamar narró que el 14 de julio del 2013, S. S. S., de 13 años de edad, viajaba junto a su padre en un colectivo de la empresa de transporte urbano de pasajeros demandada y que, cuando transitaba por calle Martín Fermín de la localidad de Argüello, el ómnibus fue atacado a pedradas por terceras personas, rompiéndose el vidrio de la ventanilla del lado izquierdo, donde estaba sentada la menor de edad, ocasionándole diversas lesiones en el rostro.

Premisa

Bajo esa premisa fáctica, el fallo sostuvo que para que opere la eximente del hecho de un tercero extraño por quien no se debe responder, es menester que el hecho tenga incidencia causal en la producción del resultado lesivo, sea en forma exclusiva o concurrente; y que, a su vez, el hecho de ese tercero no sea imputable al demandado, requisitos que, para el tribunal, se encontraron satisfechos en el caso.

Asimismo, le decisión apuntó que tampoco se verifica la omisión por parte de la empresa de adoptar medidas de seguridad adecuadas, a título de concausa junto al hecho del tercero.

En tal sentido, los jueces precisaron que el ataque al ómnibus, mediante el lanzamiento de piedras, ocurrió en la vía pública, espacio donde el deber de prevención de delitos se encuentra en cabeza de la autoridad estatal que ejerce el poder de policía.

Perito

De otro costado, el TSJ manifestó que el perito oficial mecánico informó que tanto el parabrisas como las ventanillas laterales del colectivo siniestrado eran de vidrios laminados, valorándose que quedó acreditado que las ventanillas del colectivo contaban con los vidrios de seguridad exigidos por la normativa correspondiente, de manera que no se le puede atribuir a la empresa una participación causal activa en la producción del siniestro causado por terceros que arrojaron piedras sobre el vehículo.

Además, el Alto Cuerpo ponderó que tal hecho de vandalismo tampoco puede ser reputado como consecuencia de una actuación previa de la prestadora del servicio de transporte, que debía circular por la fatídica zona por ser ello parte de su recorrido habitual y obligatorio.

Jerarquía

Finalmente, los magistrados examinaron que ni la jerarquía constitucional del “derecho a la seguridad” (en el caso, del pasajero transportado), ni tampoco el carácter de “consumidor” del damnificado, “pueden enervar la comprobación de que, entre la prestación del servicio de transporte en las condiciones de seguridad exigibles y el menoscabo padecido por la actora pasajera por una piedra lanzada desde la vía pública, se interpuso el hecho de un tercero no imputable a la empresa demandada, constitutivo de un caso fortuito”.

En conclusión, en el fallo se resolvió que, corresponde hacer lugar a los recursos de apelación planteados y, en consecuencia, revocar la sentencia de grado y desestimar la demanda promovida en contra de Coniferal Sacif.