El daño es mayor porque la consumidora era madre, puérpera y lactante

La Cámara 7° Civil y Comercial de Córdoba confirmó la condena contra una aerolínea que reprogramó un vuelo y no brindó información adecuada. Confirmó la indemnización por daño moral

La Cámara 7° Civil y Comercial de Córdoba confirmó la condena en contra de una aerolínea aplicando la ley de Defensa del Consumidor.

La demanda fue interpuesta por una consumidora tras la reprogramación intempestiva y unilateral de los vuelos que había contratado con la compañía JetSmart Airlines.

En el fallo de primera instancia, al que accedió Comercio y Justicia, se ordenó a la empresa a pagar el reintegro de los pasajes aéreos y una indemnización en concepto de daño moral . Para cuantificar el daño, se tuvo en cuenta que, al momento de los hechos , la mujer era mamá, puerpera y lactante.

La resolución fue recurrida por la empresa que cuestionó que se haya aplicado la

Ley de Defensa del Consumidor y no el Código Aduanero . Además, advirtió que Jetsmart cumplió con las obligaciones a su cargo, y ante “la insuperable y necesaria reprogramación notificó con la debida antelación a los pasajeros e informó las alternativas a disposición”. También cuestionó el monto en concepto de daño moral que impuso el tribunal.

Al resolver, los camaristas Rubén Atilio Remigio y Jorge Miguel Flores ratificaron que se haya aplicado en el caso las normas de Defensa del Consumidor teniendo en cuenta que el reclamo indemnizatorio no tiene su origen en los “daños sufridos durante el viaje, sino por la reprogramación de los vuelos con fundamento en el derecho común, por violación a las obligaciones de información y al trato digno de los pasajeros”.

“Todo perjuicio sufrido por una persona que ha contratado el viaje, pero que no ha partido o que ya ha concluido, no es un pasajero en vuelo . Todo perjuicio sufrido en estas circunstancias hace aplicables las normas de la ley 24.240 en forma directa y principal y no supletoriamente”, remarcó el fallo.

Respecto del deber de información que pesa sobre la empresa, los camaristas puntualizaron que “además de la reprogramación intempestiva y unilateral por parte de la demandada de los vuelos contratados, los actores se vieron afectados por la falta de información adecuada que los posicionó en una situación de incertidumbre”

“Los consumidores se vieron obligados a efectuar múltiples reclamos telefónicos y vía correo electrónico, para finalmente tener que iniciar el presente derrotero judicial a fin de lograr la satisfacción de sus derechos. A partir de lo expuesto, se colige, conforme las reglas de la experiencia, que e l incumplimiento contractual de la demandada, acarreó en el ánimo de los actores una importante cuota de estrés, aflicción y alteración ”, planteó la Cámara.

De esta manera, el fallo concluyó que en el caso analizado el daño moral “ se prueba por la mera existencia del hecho que motivó esta demanda y las reglas de experiencia podrán validar este extremo más allá de las declaraciones testimoniales incorporadas en auto s”.

“ Frente a una cancelación intempestiva de un vuelo, el consumidor comienza un peregrinaje, un camino tortuoso lleno de frustraciones que muchas veces quedan en la nada.”

Finalmente, los camaristas confirmaron que el daño se agrava teniendo en cuenta que quien reclama “ es una mamá lactante, puérpera y con un recién nacido en brazos” .

“La angustia, la zozobra y la impotencia que experimenta un ser humano bajo este tipo de escenarios altamente estresantes es, lisa y llanamente, un daño real y palpable”, concluyeron los magistrados.