En California, Estados Unidos, la plataforma Uber acordó pagar 20 millones de dólares para resolver una demanda que afirma que la empresa trata a los conductores como contratistas independientes para evitar pagarles el salario mínimo y brindarles beneficios.
El acuerdo aún debe ser aprobado por la justicia y aclara que las partes todavía mantienen una disputa con respecto a si se les debe abonar una cantidad específica a los choferes en concepto de remuneración; es decir, no determina si son contratratados o si deben ser considerados empleados.
Paralelamente, contempla que a Uber no se le permita desactivar cuentas cuando los dueños de los vehículos opten por aceptar pocos viajes y pide que se diseñe un proceso de apelación para proteger a quienes son desligados del servicio.
La acción fue presentada en agosto de 2013 por conductores que operan en California y Massachusetts, que proporcionaron viajes a pasajeros desde ese momento hasta el 28 de febrero de este año.
“Nos complace llegar a un acuerdo sobre este asunto y continuaremos trabajando para mejorar la calidad, la seguridad y la dignidad del trabajo independiente”, sostuvo Uber en un comunicado.
Actualmente, la firma enfrenta una gran cantidad de pedidos de arbitraje por parte de choferes no representados por la demanda colectiva.
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