Designan tutor de una menor a quien fue pareja de su madre

La niña considera al hombre, progenitor afín, su padre y ambos querían seguir manteniendo ese vínculo. El tribunal tuvo en cuenta especialmente la opinión expresada por aquélla en distintas entrevistas [privado]

El Juzgado de Control, Niñez, Juventud y Penal Juvenil y Falta de la ciudad de Río Segundo designó tutor de una niña al referente afectivo de ésa, progenitor afín y ex pareja de su madre.

El tribunal tuvo en cuenta que el hombre es una persona significativa en la vida de la menor de edad y que es con quien ha mantenido un vínculo consolidado a través del tiempo.

La decisión fue adoptada por la jueza María Licia del Valle Tulián en el marco del control de legalidad de una medida excepcional dispuesta por la autoridad de aplicación y privar a la madre de responsabilidad parental.

Al valorar la prueba, la magistrada subrayó la actitud negligente y desaprensiva de la progenitora para con su hija, que vulneró gravemente, con conductas activas y omisivas, los derechos de la niña a vivir en un ambiente familiar afectuoso y contenedor, así como su derecho a la salud, a la identidad y a ser tratada con respeto a su dignidad e integridad personal.

En tal sentido, el fallo remarcó la ausencia de toda conducta protectoria hacia la niña ante la eventual vulneración de su derecho a la integridad sexual, ya que si bien la mujer insiste en relacionarse con sus hijos y propone para ello contactos quincenales en la casa de su madre, lo cierto es que hasta la actualidad mantiene su vínculo con H. y su actitud respecto de la denuncia de abuso sexual en contra de la niña que pesa sobre su actual pareja, sigue siendo de negación e indiferencia en cuanto a la significancia que este vínculo de su madre con un presunto abusador pueda tener para su hija.

El artículo 672 del Código Civil y Comercial de la Nación denomina progenitor afín al “cónyuge o conviviente que vive con quien tiene a su cargo el cuidado personal del niño o adolescente”.

La jueza comprobó que es posible que la menor sea resguardada en el ámbito de su familia extensa, con quien sería su progenitor afín, ex pareja de su madre, y que -por lo tanto- sí se cuenta en el entorno familiar con una persona que ofrece una alternativa efectiva y concreta para asumir su cuidado y asistencia y que es quien -durante todo el tiempo que duró la medida de restricción en contra de la madre- ha dado a la niña un adecuado cuidado parental.

Así las cosas, el tribunal sostuvo que una opción distinta propuesta en el dictamen legal de la Senaf implicaría, de hacerse lugar a ella, iniciar la búsqueda de una familia adoptiva, afectando de manera arbitraria e innecesaria el derecho de la menor a permanecer en su ámbito familiar extenso conservando plenamente sus vínculos, tanto con quien ella ha identificado como su padre, como con su hermano biológico y con su abuela materna, con quienes la niña mantiene un fuerte lazo afectivo.

A su vez, la juzgadora consideró que -tras haber oído a la joven- se advierte que cuenta con edad suficiente para expresar su parecer sobre su persona y su lugar de residencia, resaltando que, en diferentes instancias y a lo largo del proceso, ha manifestado su voluntad y deseo de vivir con el padre afín.

Opinión

De ello, la jueza infirió que esa opinión debe ser especialmente tenida en cuenta por los operadores judiciales en virtud del mandato convencional contenido en el artículo 12 de la Convención de los Derechos del Niño y se vuelve relevante a fin de determinar la medida que respete en la mejor y mayor medida posible la voluntad y deseos de la niña.

Además, ponderó que el hombre ha manifestado expresamente su voluntad de asumir la tutela de la niña, luego de haber sido informado por el tribunal de las implicancias jurídicas de esta decisión y de los alcances de la misma, así como del instituto de la guarda.

En esa dirección, el fallo resaltó que el propio el hombre expresó que su deseo es obtener la tutela, que no cree conveniente que la niña tenga contacto con su madre y que no tiene inconvenientes en facilitar y propiciar el vínculo con la abuela materna.

En definitiva, por lo expuesto, el tribunal resolvió que correspondía privar a la progenitora del ejercicio de la responsabilidad parental y designar tutor a D. con las obligaciones y responsabilidades de ley, quien deberá posibilitar el contacto de la niña con su familia extensa por linea materna y con su progenitora.