Admiten planteo de mobbing laboral por orientación sexual

La mujer denunció que fue destratada en una oficina de registro automotor, lo cual la llevó a un severo cuadro depresivo y a tomar una licencia médica. La Corte de Mendoza atendió su reclamo

La Sala Segunda de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) de Mendoza anuló una sentencia que rechazó la demanda por mobbing impulsada por una mujer, quien era hostigada en su ambiente de trabajo para que revelara su orientación sexual.

En el caso, la demandante adujo haber sido presionada para que presentara a su pareja y que comenzó a ser discriminada por su identidad de género. Según la causa, la mujer ingresó a trabajar en un registro del automotor como administrativa, y después de un tiempo presentó una denuncia ante la Subsecretaría de Trabajo, en la Oficina de Violencia Laboral, aduciendo haber sufrido un permanente acoso y discriminación en razón de su orientación sexual en su ambiente laboral, y que comenzó una licencia psiquiátrica en razón de padecer síndrome depresivo ansioso, según certificados médicos que acompañó.

La sentencia de grado rechazó la pretensión indemnizatoria de la mujer, aduciendo el magistrado interviniente que no se incorporó al proceso prueba válida alguna acreditante de expresiones, conductas o actitudes hostiles, agraviantes, discriminatorias o injuriosas propinadas a la actora en forma sistemática en el tiempo, por parte de su ex empleador y demandado, como tampoco de ninguno de sus compañeros y compañeras de trabajo.

La decisión fue apelada por la damnificada y la CSJ revisó lo resuelto. “Conforme a la prueba que será analizada en el presente recurso extraordinario, asiste razón a la recurrente en cuanto corresponde juzgar el presente caso con perspectiva de géneros y, así, analizar la prueba incorporada a la presente causa y ofrecer una justa solución al conflicto”, según la expresión de los jueces Mario Adaro y José Valerio , quienes evaluaron la situación atravesada por la mujer quien, en razón de su orientación sexual, fue víctima de actos discriminatorios en su ambiente laboral, de los que no tan sólo derivaron consecuencias nocivas para su salud sino que, además, nutrieron la decisión de desvincularla laboralmente de manera injustificada y arbitraria.

“Tales circunstancias suponen indefectiblemente que el entendimiento que este órgano decisor realice, tanto del conflicto como de las pruebas sobre las que las partes fundan sus dichos, debe ejecutarse desde el enfoque de géneros; con las implicancias ineludibles que tal paradigma nos impone a la hora de entender los contextos en los que se producen las relaciones interpersonales y sus consecuencias; y de leer y dotar de contenido a las normas” expresaron los jueces.

La sentencia añade el “criterio estricto” que ordena la Corte Interamericana de Derechos Humanos cuando se ven involucradas categorías sospechosas ante un posible acto de discriminación. “Surge de las actuaciones obrantes en autos la vinculación evidente entre el mal trato y el hostigamiento sufrido por la actora y su orientación sexual” afirmaron los magistrados.

En esa línea, los ministros concluyeron que “expresar tales consideraciones con esta claridad, más allá del convenio alcanzado entre las partes y los límites que encorsetan mi capacidad resolutiva en los presentes autos, se vuelve ineludible, por cuanto supone echar luz sobre prácticas discriminatorias que suceden en el ámbito laboral en perjuicio de las personas LGTBI”.