Luego de enfrentar una importante caída en los últimos años, editores, distribuidores y libreros se han visto notablemente perjudicados por la crisis sanitaria. A la espera de la vuelta a la normalidad, preparan nuevas estrategias y canales para llegar y seducir al consumidor

La situación en Córdoba

La industria del libro en Argentina, con todas sus aristas, formatos, soportes y canales de comercialización, se encuentra actualmente en una delicada encrucijada. 

Con una pronunciada caída en producción y ventas, en el período 2016 -2019, el año 2020 amanecía con la expectativa de una reactivación en el sector.

La Cámara de Librerías, Papelerías y Afines del Centro de la República (Calipacer) es una entidad ubicada en Córdoba Capital, y que desde 1960 agrupa a libreros, papeleros y editores de la provincia de Córdoba y el centro del país. 

Pablo Kaplun es su actual presidente; asumió el cargo en diciembre de 2019. Como toda nueva gestión, Kaplun y su comisión directiva habían planteado una serie de iniciativas y beneficios que apuntaban a sumar nuevos socios. El año 2019 había terminado con un sabor agridulce por la no realización de la Feria Infantil del Libro de Córdoba, durante las vacaciones de invierno, pero en diciembre varios socios habían participado de la Feria “Tienda Navidad” en el Complejo Ferial Córdoba.

Ya en 2020, el regreso de las vacaciones de verano y el consiguiente comienzo de la temporada fue parado intempestivamente por la pandemia. Con la incertidumbre propia del primer mes de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), la cámara tuvo que recurrir a reservas propias para afrontar los costos propios de la institución. Las ATP y un crédito ayudaron a afrontar la situación durante un año. Luego de este período se logró arreglar con el personal de la institución (jubilaciones y acuerdos económicos), y se sumó la decisión de alquilar la sede ubicada en la calle Viamonte del barrio General Paz, lo que dio un respiro a las finanzas de la entidad.

Actualmente, Calipacer busca una solución para el contacto de los socios, principalmente las librerías más pequeñas, con sus clientes en forma presencial. En este sentido, la Agencia Córdoba Cultura y la Municipalidad de Córdoba presentaron proyectos de ferias itinerantes, acción que los picos de contagios fueron postergando indefinidamente.

Kaplun junto a su esposa Tamara (hija de Moisés Sternberg, otro emblema del libro en Córdoba), son los titulares de la librería y la editorial “El Emporio del Libro”, siendo referentes por su doble actividad. Marzo de 2020 produjo un quiebre y la sensación de un golpe del cual sería muy difícil salir. “Nosotros veníamos de hacer una reestructuración muy grande en los últimos años, que nos costó dinero y nervios. Achicamos el equipo y sumamos un sistema administrativo integrado a nuestra web”, nos cuenta Kaplun. “Además, sumamos una sucursal en Villa Allende en octubre de 2019”. Toda esta estructura contra el ingreso “cero” parecía no tener solución. 

“El 14 de abril volvimos al local para empezar la distribución del tipo delivery”, continúa Kaplun, “la gente nos escribía por WhatsApp porque todavía no estaba bien desarrollada la web. La verdad es que no aprovechamos esos días de parate para potenciar el canal digital. Estábamos angustiados en salvar el negocio”.