Los instrumentos que prepara Feletti para controlar el IPC

La Secretaría de Comercio Interior apuesta a tres instrumentos para ganarle la pulseada a los precios. El equipo económico cree que corrigiendo dispersiones en alimentos la inflación puede desacelerarse.

Finalmente quedaron descartadas subas en retenciones que sectores del Gobierno barajaban como posibilidad frente al alza de los alimentos y de las commodities. Los cambios en aquéllas podían hacerse hasta el 31 de diciembre, de acuerdo con la ley de Solidaridad Social votada en 2019. 

En el entorno del equipo económico se sostiene que la declinación obedece a la correlación de fuerzas adversa en el parlamento para tratar temas importantes. Además, para que tenga efecto debían aumentar considerablemente los derechos de exportación de carne y de los principales cereales, debido al salto de los precios internacionales.

Así las cosas, la agenda de la Secretaría de Comercio Interior pasa por tres ejes centrales. Por un lado, desde el 13 de diciembre la secretaría bajo la dirección de Roberto Feletti trabaja en una salida ordenada del programa Precios Congelados, ,que concluye el 7 de enero y el Gobierno busca mantener un piso de 1.300 productos regulados que oficien como ancla, con revisiones trimestrales. A la fecha, se pulen los puntos de la negociación con las empresas para que los precios de los productos no den un salto.

Descartadas las retenciones, también la secretaría apuesta a desacoplar el precio interno del externo mediante fideicomisos, como ya funciona con el aceite. Este mecanismo, aplicado en insumos de la industria alimentaria como es el trigo y maíz, busca incidir en el pollo, la carne, los fideos y hasta en el pan. Respecto al fideicomiso aceitero, que el 31 de enero deberá ser refrendado, se conformó con US$190 millones para trasladar a las empresas que abastecen al mercado interno y contener precios.

El espíritu de estos instrumentos, explicó el secretario de Comercio a la agencia oficial de noticias Télam, es “fideicomisos voluntarios privados donde quienes exportan ayuden a mejorar el precio del que vende en el mercado interno, sin que eso lo tenga que pagar el consumidor”. Mientras que, para la carne, rubro en el que no pueden aplicar fideicomisos por características propias de esa cadena, seguirán apostando a programas de acuerdo de precios y a la prohibición de exportar algunos cortes populares. A esto se le suman planes de financiamiento para aumentar la oferta.

De este modo, al corregir las dispersiones de los precios de los alimentos en las góndolas, se podría bajar la inflación 10% respecto a la de 2021, aclaran en el entorno del equipo económico de la Casa Rosada.