ESCUCHARLa Provincia de Córdoba hizo efectivo ayer el pago del vigésimo octavo servicio de interés y amortización del Título de Deuda Local al 7,125%, con vencimiento en octubre de 2026, por el importe total de US$11.378.906.
Se trata de un título por 300 millones de dólares emitido en los años 2016 y 2017 en dos series de 150 millones de dólares cada una en el mercado local.
Por otra parte, se informó que el jueves próximo se hará otro pago de US$15.682.000 en concepto de intereses por un bono de 450 millones de dólares emitido en 2017 que se negoció en el mercado internacional.
Ese instrumento, cuyo vencimiento original estaba pactado para agosto de 2027, se reestructuró en 2021 y su vencimiento operará en febrero de 2029.
Con estos pagos, el Gobierno de la Provincia de Córdoba “ratifica el compromiso de honrar sus obligaciones al tiempo que adopta todas las previsiones necesarias para mantener el equilibrio de las cuentas provinciales, en el marco de las renegociaciones de salarios y jubilaciones que permitan afrontar puntualmente el pago de los mismos”, señaló el Ejecutivo en un comunicado.
En el mismo orden, “sostiene el propósito de dar continuidad a un plan de obras que permita impulsar mejores niveles de la actividad económica de manera de ocasionar un efecto anticíclico”, concluyó.
La decisión de difundir que se pagará en tiempo y forma no es casual. Habitualmente esos pagos no se hacen públicos sino a través del sitio específico como información para los tenedores de los bonos.
Sin embargo, la posibilidad cierta de lanzar un bono en dólares para pagar vencimientos futuros por más de 300 millones de dólares este año y evitar así tener que reperfilar o reestructurar parte de la deuda, le dan el contexto necesario al comunicado difundido ahora por la Provincia.
El 98% del pasivo provincial está nominado en dólares y los vencimientos de capital e intereses de este año complican sobremanera las cuentas públicas de la administración de Martín Llaryora, en un contexto recesivo con una recaudación que arrastra sucesivas bajas en términos reales y gastos que, aunque ajustados, siembran preocupación de cara a un año que será a todas luces complicado.
