La industrialización del trigo fue la mayor de las últimas siete campañas

La industria molinera procesó 6 millones de toneladas en el año 2020, esto es 25.000 más que las del ciclo anterior. En tanto, el maíz acumuló una transformación de 6,4 millones de toneladas y la soja, una de 35,9 millones

La industria molinera procesó 6 millones de toneladas durante el año 2020, lo que muestra un incremento de 25.000 toneladas con relación al año previo. En tanto, si se tiene en cuenta el período de la campaña 2019/20 que llegó a su fin en el mes de noviembre, la molienda de trigo acumuló una industrialización de 6,1 millones de toneladas, lo que es 3% mayor que la del ciclo anterior. Este volumen es el mayor procesado de las últimas siete campañas. [privado]

Las cifras forman parte del último informe del Departamento de Información Agroeconómica (DIA) de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCba), que se difundió ayer.

Allí consta además, que la provincia con un mayor incremento en la molienda fue Buenos Aires, que mostró una suba de 5%. Le siguieron Córdoba (con un alza de 2%) y Santa Fe (con un aumento de 1%).

Por su parte, la industria de maíz acumuló una transformación récord de 6,4 millones de toneladas durante el año pasado, lo que resultó 4% superior a la del mismo período de 2019.

“Analizando por rubros, la molienda seca mostró un incremento interanual de 18% en el procesamiento, llegando a acumular 192.520 toneladas. Por otro lado, la industria de molienda húmeda con 1,5 millones de toneladas procesadas reflejó un crecimiento de 14%, mientras que la industria de balanceado, con 4,2 millones de toneladas transformadas, presentó un incremento de 5%”, refirió la entidad bursátil en el reporte en el que además destacó que, “desde enero hasta diciembre de 2020, la industria de balanceado representó 65% del volumen de maíz industrializado”.

Respecto a la campaña comercial 2019/20 de maíz (mar-20 a feb-21), si se analiza el período de marzo a diciembre de 2020, se observa que la industria acumuló una transformación de 5,4 millones de toneladas, lo que representa un crecimiento de 4% si se lo compara con el mismo periodo del año anterior.

Respecto a los demás rubros, la industria de molienda seca procesó 166.363 toneladas lo que representa un incremento de 25%, seguida por la industria de molienda húmeda con un procesamiento de 1,2 millones de toneladas (creció 11%) y por último la industria de balanceado con 3,5 millones de toneladas (subió 6%).

Molienda de soja, en baja

La molienda de soja argentina -por su parte- finaliza el año 2020 con un total industrializado de aproximadamente 35,9 millones de toneladas, lo que representa una caída de 13% con relación al año anterior. “Una de las principales causas fue la menor producción durante la campaña 2019/20, que disminuyó en 6,3 millones de toneladas (-11% respecto al ciclo previo)”, explicó la BCCba.

Esta caída se dio principalmente en la elaboración de harina de soja, con una reducción de 4 millones de toneladas (-13%) y en segundo lugar del aceite, cuya industrialización disminuyó en un millón de toneladas (-11%).

Un dato no menor es que en diciembre la molienda de granos fue de 800 mil toneladas, menor al promedio industrializado en diciembre de años anteriores que se ubica en 2,6 millones de toneladas. “Debido al paro en el puerto y al paro de transportistas, en diciembre se industrializó 30% de lo que normalmente se procesa en dicho mes. De otra forma, la molienda podría haber alcanzado las 37,7 millones de toneladas en 2020”, agregó el reporte.

Un segundo factor que contribuyó al menor procesamiento de la oleaginosa “fue el descenso en el precio relativo del aceite y de la harina de soja en los últimos meses del año. A fines de 2019, el precio relativo entre el aceite de soja y la materia prima favorecía a la exportación del aceite, ya que se encontraba por encima del promedio de las últimas diez campañas en un nivel de 2,2. Aun así, a comienzos de año la relación se invirtió, e incluso se volvió favorable para el poroto una vez entrada la crisis del Covid-19”, se indicó.

Si bien hubo una breve recuperación del precio relativo del aceite en agosto, el fuerte incremento del precio del poroto por la demanda china redujo el valor relativo del producto industrializado.

La harina de soja, por otro lado, comenzó el año con precios en crecimiento hasta mayo, cuando comenzó a verse el efecto de la pandemia. Tras unos meses logró recuperar valor, alcanzando un precio de exportación de 449 dólares la tonelada, llevando a la relación entre el precio de la harina y el poroto a ubicarse por encima del promedio de las últimas diez campañas.

La industrialización de soja argentina en 2020 se tradujo en un valor bruto de la producción de 14.375 millones de dólares, lo que sería 500 millones de dólares menos que el año previo. Si bien el año cerró con precios altos, la producción fue 13% menor a la de 2019, y el valor bruto de la producción resultó ser el más bajo de los últimos diez años, se concluyó. [/privado]