ESCUCHARLes dio su venia para que le acerquen pruebas de que la colocación de esos títulos constituye deuda externa y de que no se trata de un endeudamiento local para fondear obras de infraestructura. En caso de que los demandantes logren demostrar esa cuestión, el pago de esos bonos podría ser embargado, tal como sucede con la deuda reestructurada.
El juez de Nueva York, Thomas Griesa, autorizó a los fondos buitres a intentar bloquear el pago de la emisión de bonos argentinos Bonar 2024, emitidos en abril pasado por un monto de 1.400 millones de dólares.
Para lograr este objetivo, los fondos buitres deberán demostrar que fue una colocación de deuda internacional y que su objetivo no fue obtener fondos para la concreción de obras de infraestructura, como alegó el Gobierno argentino al anunciar la operación.
Según la agencia Bloomberg, la orden autoriza al grupo de tenedores de bonos argentinos en default liderados por el fondo NML Capital, propiedad de Paul Singer, a buscar y presentar los instrumentos legales para imposibilitar el pago futuro de esos títulos.
Al respecto, Argentina sostiene que esos bonos están eximidos de cualquier inhibición judicial, ya que la serie fue emitida bajo legislación local, lo que impide la injerencia del juzgado de Nueva York.
Reclaman el pari passu
La presentación resuelta en el día de ayer por Griesa fue realizada en mayo pasado con el objetivo de extender al Bonar 2024 el alcance del fallo pari passu dispuesto por el magistrado neoyorquino, que impide al país realizar pagos de deuda hasta que no compense a los fondos buitres que tienen en su poder títulos en situación de default.
En su momento, el Ministerio de Economía calificó la iniciativa de estos fondos especulativos como «un intento desesperado» de los fondos buitres ante su «fracaso» en frenar la exitosa colocación del Gobierno argentino.
La emisión por 1.416 millones de dólares realizada en abril consistió en el lanzamiento de una serie bajo ley argentina y sin participación de bancos internacionales como intermediarios.
El fallo se produce una semana después de que el Deutsche Bank acusó a los fondos buitres de mentirle al magistrado, violar la confidencialidad de documentos y querer castigar a los bancos que asistieron al Gobierno en la colocación del Bonar 24.
El Deutsche Bank envió una carta al juez sosteniendo que no «hay ninguna orden que impida a la República Argentina obtener capital o restrinja a intermediarios financieros de participar en ese tipo de esfuerzos en nombre de sus clientes inversores». El banco rechazó así el argumento de los fondos buitres que sostuvo que, al haber participado esa entidad en la colocación internacional del Bonar 24, ese título podría considerarse deuda externa y pasible de embargo.
