ESCUCHARDos fenómenos preocupan al Gobierno -que ve alejarse la posibilidad de lanzar un nuevo dólar soja-: la autoridad monetaria sigue desprendiéndose de dólares y el campo no tiene cómo ayudar a hacerlos entrar
La liquidación de divisas por el agro acumula en lo que va de marzo apenas US$900 millones y, según las proyecciones, teniendo en cuenta las declaraciones juradas de ventas al exterior (DJVE) de granos, el mes cerrará por debajo de US$1.500 millones, lo que significará el menor ingreso de dólares del campo para este período, al menos desde 2008. Este escenario continúa poniendo todavía más presión a la economía.
En paralelo, se descartó la posibilidad de que el Gobierno lance en el corto plazo una nueva edición del dólar soja, ya que los productores se muestran cada vez más reticentes a vender la poca mercadería disponible hasta el ingreso de la nueva -y magra- cosecha.
Esas malas proyecciones referidas a las exportaciones del sector más dinámico de la economía nacional se suman a una sangría de reservas que no se detiene. En la jornada de ayer el Banco Central vendió US$95 millones y, de esta manera, acumula ventas en marzo por un monto total de US$1.554 millones. Es decir que la máxima autoridad monetaria lleva vendidos en menos de 20 días hábiles la misma cantidad de dólares que se espera haya liquidado el campo cuando termine el mes.
El rojo en las cuentas públicas es un problema para el equipo económico de Sergio Massa, que a pocos días de terminar el primer trimestre del año acumula US$2.600 millones de saldo negativo en las operaciones realizadas por el Banco Central.
Proyecciones y dólar soja
Según la estadística de la Secretaría de Agricultura de la Nación, quedan por venderse alrededor de 7,6 millones de toneladas de soja de la campaña pasada, mientras el actual ciclo avanza signado por la profunda sequía que recortó las estimaciones a cosecha por debajo de los 30 millones de toneladas. De esta manera, la mercadería disponible del ciclo 2021/22 representa, teniendo en cuenta las actuales cotizaciones del grano, unos US$4.500 millones, que le vendrían muy bien a la economía local, necesitada de divisas frescas.
Sin embargo y pese a esos aprietos, el equipo económico que lidera Sergio Massa ya descartó de plano la posibilidad de recurrir al lanzamiento de un nuevo tipo de cambio diferencial para incentivar el ingreso de divisas en el corto plazo. Es que la realidad demuestra que los productores que aún conservan grano cuentan con la espalda financiera suficiente para no vender y toman la oleaginosa como refugio de valor ante los avatares que muestra la actual campaña. De hecho, la soja sigue siendo el mayor refugio de valor en una economía tan volátil como la de Argentina.
En el mercado explican también que un tipo de cambio diferencial no terminaría tampoco por atraer a los productores que todavía conservan grano. Es que el incremento en la brecha entre el dólar oficial y los paralelos continúan generando todavía más ruido en el sector, lo que también paraliza cualquier decisión de venta.
Hacia adelante, se espera un leve repunte en el ingreso de dólares del campo cuando impacte la nueva cosecha de soja, aunque las previsiones tampoco resulten alentadoras. Eso es un nuevo problema hacia adelante porque ya se sabe que la liquidación del campo durante este año se ubicaría por debajo de US$30.000 millones, muy lejos del récord el año pasado, cuando ingresaron más de US$40.000 millones entre enero y diciembre.
Otro dato clave que se está haciendo sentir en la economía es el fuerte retroceso de las exportaciones del sector primario, a causa de las menores ventas de grano y prácticamente la paralización del campo por la sequía -nadie descarta wur pueda seguir generando recortes en las estimaciones-. Según la estadística oficial, en el primer bimestre del año las exportaciones de granos sin procesar acumularon alrededor de 4 millones de toneladas, mientras que en el mismo período del año anterior había sido de 9,9 millones de toneladas. En tanto, en lo que respecta a los subproductos, en lo que va del año se exportaron 2,1 millones de toneladas contra 3,7 millones del año pasado.
También teniendo en cuenta la menor disponibilidad de grano producto de la sequía y la muy probable retención de soja de aquellos productores que puedan hacerlo, en la industria aceitera ya están adelantando que se viene un año muy complicado, en el que las exportaciones del sector caerán drásticamente y será más que necesaria la importación de soja para atender la demanda de los compradores externos.
Movimiento de dólares
El dólar oficial cerró ayer con una cotización promedio de $214,45, con una ínfima suba de $1,48 respecto del jueves. En lo que respecta al mercado de divisas, el denominado dólar «blue» o informal marcó un incremento de un peso: quedó a $390 por unidad, un poco más lejos de los $400 pero todavía «coqueteando» con alcanzar esa marca. En tanto, en el segmento bursátil, el dólar contado con liquidación (CCL) avanzó 0,5%, a $ 392,16; mientras que el MEP lo hizo 0,6% para llegar a $377,86 en el tramo final de la rueda.
En el mercado mayorista, la moneda estadounidense finalizó con un incremento de $1,64 respecto al cierre previo, en un promedio de $207,42.
Así, el dólar con el recargo de 30% -contemplado en el impuesto PAIS- mostró un promedio de $278,78 por unidad, y con el anticipo a cuenta del impuesto a las Ganancias de 35% sobre la compra de divisas, a $353,84.
En tanto, el dólar destinado al turismo en el exterior -que cuenta con una alícuota de 45%- se ubicó en $375,29, mientras que para compras superiores a US$300 -que posee un impuesto adicional de 25%-, se ubicó en $428,90.
El volumen operado en el segmento de contado fue de US$284 millones, en el sector de futuros del Mercado Abierto Electrónico (MAE) se registraron operaciones por US$2 millones y en el mercado de futuros Rofex, US$564 millones.
