ESCUCHARLos resultados económicos de 63% de las empresas agropecuarias consultadas se deterioraron en el último año debido a la caída de precios de granos y la presión impositiva, según un sondeo divulgado por los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA).
Este dato surge de una encuesta realizada entre el 9 y el 27 de marzo pasados, entre 757 productores y 190 asesores del sector.
En ese sentido, 83% de los consultados expresó que la situación económica del país está “peor que hace un año”, aunque “54% espera que las condiciones mejoren en 2016, tras el cambio de gobierno”.
El vicepresidente de CREA, Francisco Iguerabide -productor de Laboulaye-, consideró que “los resultados que vemos llevan a decisiones en las empresas que podrían ser de crisis en muchos casos”. Sostuvo que los “ingresos parecen el techo” y el problema es “por baja en los precios de los granos muy significativa que no fueron compensadas en los rendimientos, además del aumento de la burocracia administrativa”.
“Hoy entre los requisitos para estar dentro del sistema se encuentra tener una organización administrativa diferente. Es un proceso que se viene dando desde hace años y se acentuó por la caída de precios de las commodities, que es más importante en la agricultura que en la ganadería y lechería”, indicó.
Adaptarse o quedar fuera
Para Iguerabide, “las empresas que no se adapten van a quedar fuera cualquiera sea la escala”, aunque reconoció que “a los chicos les afecta más: pero es a todos”.
“Es fundamental rescatar la importancia para el país de la situación que se deteriora y que sería diferente si cambiara el esquema impositivo, el sistema de Roes (permisos de embarque) y retenciones que afectan de manera significativa”, aclaró.
El dirigente analizó que la agricultura “se realiza en todas las provincias y no todos los lugares tienen la misma productividad, hay lugares donde se va a dejar de sembrar porque no es viable y se va a hacer otro tipo de actividades”. Y dijo: “Se trata de un problema para la Argentina: una tonelada de soja sobre la que no se recauda, no genera empleo y no se exporta. Son ingresos que desaparecieron”.
De los encuestados, 63% indicó que la situación económico-financiera de su empresa en particular empeoró respecto de 2014, pero 49% prevé que el año próximo su situación mejorará, en línea con las expectativas para el contexto general.
Ochenta por ciento de los entrevistados registró algún deterioro en el resultado económico en el último año y a partir de esa circunstancia, las principales medidas adoptadas fueron la postergación del crecimiento, el aumento de la deuda, la reducción de retiros y la liquidación de capital, se informó. Sesenta y uno por ciento opinó que es “mal momento” para realizar inversione,s mientras que cuando se realizó la encuesta, los productores conservaban en stock 8% de la soja del ciclo 2013-2014.
Con respecto a los empresarios que han recurrido al endeudamiento para financiar capital de la actual campaña 2014-2015, 15% evaluó su estrategia como inadecuada, tanto en plazo como en costo.
Para gestionar esa situación, 38% de los entrevistados planifica la refinanciación de la deuda, mientras que 22% evalúa la cancelación a través de liquidación de capital.
