ESCUCHAREl auditorio está ávido por escuchar innovaciones y leyes efectivas de distintos países.
Margarita Luna Ramos, ministra de la Suprema Corte de Justicia mexicana, afirma: “Lo más importante que hace México es incluir la perspectiva de género en la impartición de Justicia. ¿Qué implica? Establecer un nivel de acceso a la justicia libre de estereotipos, libre de discriminaciones, que en ocasiones por cuestión de idiosincracia, de nuestra cultura y costumbres, quedan cuestiones que hacen que haya ciertos tropiezos para las mujeres, con un trato que no es parejo con el de los hombres. Buscamos que tengan la oportunidad probatoria exactamente igual que los hombres y que no haya algo que se lo impida, queremos que tengan igualdad de condiciones a la hora de defenderse”, afirmó a este diario.
Dio un ejemplo de ello en el ámbito laboral, cuando una mujer es despedida por estar embarazada y reclama por despido injustificado. Sostiene que en México, por ejemplo, no se revierte la carga de la prueba en el caso de mujeres embarazadas. Será el patrón quien tenga la obligación de probar, en todo caso, si la trabajadora era negligente o si faltaba mucho, o cual fuere la causa de un despido que no resulte al final ser un despido discriminatorio encubierto. Subrayó que a la mujer se le torna muy difícil, por ejemplo, conseguir que un compañero atestigüe que la han despedido por estar embarazada.
La jueza mexicana es la impulsora de un pacto nacional para introducir la perspectiva de género en los órganos de impartición de justicia. Para ella, no basta con declarar la igualdad formal sino que se requiere desarrollar una visión sobre los problemas de la relación hombre-mujer. Afirma que se requieren medidas que descubran y corrijan los factores que colocan a la mujer en una situación de desventaja.
Un ejemplo más que gráfico sobre la desigualdad lo dio sobre el propio Poder Judicial que integra.
“De 11 ministros de la Corte, sólo dos somos mujeres. ¿Qué quiere decir esto? Que algo está fallando. Entonces, en la Suprema Corte y en el Poder Judicial de la federación le apostamos a la capacitación de nuestras mujeres para que puedan acceder al momento del examen de oposición. Además, en la Justicia tenemos una política para ubicar a las mujeres cerca de los lugares donde viven, porque muchas no concursaban para no movilizarse y tener que separar a sus familias”, detalló.
Finalmente, reflexionó sobre un mundo en donde los jueces crecieron hablando sólo por medio de sus sentencias, y “de repente nos damos cuenta de que no es sólo eso, en este tipo de movimientos hace falta alzar la voz para lograr la igualdad. En México no llegamos a 25% de mujeres jueces y magistrados en el Poder Judicial Federal. Para el Día de la Mujer, este año, el presidente de la Corte adelantó que lanzará un concurso para mujeres. Si se toma una actitud de esas, pues entonces tenemos esperanza”.
“La mejora de la situación para la mujer árabe es lenta o está estancada»
Una jueza siria fue de las que más aplausos recibió, así como muestras de apoyo y cariño de sus pares de todo el mundo. La situación de permanente conflicto en su país sensibilizó un auditorio de casi mil juezas. Ayer, Rabaa Al Zreqat, magistrada refugiada en Holanda, fue una de las expositoras del panel “La situación legal de las mujeres: perspectivas mundiales”.
“Permítanme focalizarme en la mujer árabe, porque ella no ha podido desenganchar de la educación tradicional y el impacto que tiene es en su psicología, en su rol, en diversos aspectos de la vida, lo que hace difícil que pueda participar en la sociedad. A pesar de los esfuerzos internacionales por el desarrollo de la mujer, la mejora en torno de la situación de la mujer árabe es lenta o está estancada, no tiene nada que ver con el movimiento de las mujeres en las sociedades modernas”, explicó.
En este momento hay 21 países árabes que han firmado la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, pero hasta 1995 sólo ocho países lo habían hecho. “La firma de estos convenios no siempre significa la adhesión a estos instrumentos y su instrumentación. Además, algunos países hicieron reserva específica de algunos artículos que eximen al Estado a estar expresamente obligado a otorgar igual derecho a hombre y mujeres”, lamentó.
Ejemplificó que las sirias no pueden dar ciudadanía a sus hijos salvo que hayan nacido en Siria, con la aprobación del padre y comprobación de la paternidad.Otro ejemplo: la legislación allí no ofrece refugios gratuitos a las mujeres y muchas veces las obliga a renunciar a los derechos de criar a sus hijos.
“A pesar de estas contradicciones, las mujeres de Siria han logrado obtener muchos beneficios políticos, económicos y sociales, como resultante de sus luchas constantes contra el régimen, si es que se las compara con otros países de la región. Antes del conflicto, presentes en cuerpos diplomáticos, en el parlamento, en el Poder Judicial, en los ministerios. Pero después del conflicto la violencia ha aumentado en todas sus formas, está expuesta a detención arbitraria y desaparición forzoza, torturas sistemáticas en todas sus formas”, describió.Para más información ver https://comercioyjusticia.info/blog/profesionales/con-juzgados-de-femicidio-y-otras-formas-de-violencia-contra-la-mujer-dan-batalla-especializada/
