La referencia al fin de la tregua y las acciones posteriores por parte de los ruralistas, en caso de no haber acuerdos, ya es parte del escenario planteado tanto por el Gobierno como por las entidades.
“No creo que la fecha sea el 2 de mayo, no son plazos que ha puesto el Gobierno”, afirmó el ministro del Interior, Florencio Randazzo, aunque manifestó que le “preocupa realmente esta discusión” porque “es un disparate poner una fecha, sobre todo cuando es un sector que ha tenido rentabilidad, producto de las condiciones macroeconómicas” de la gestión kirchnerista.
Aunque desde las propias entidades admiten diferencias en cuanto a la visión sobre el proceso y los pasos a seguir, los dirigentes no dejan de aclarar que existe unidad. El presidente de la Sociedad Rural (SRA), Luciano Miguens, advirtió que “los días pasan y la solución no llega” en el conflicto agropecuario, por lo que podrían generarse nuevas medidas de fuerza por parte de los productores. Miguens reconoció “cierta incomodidad” entre las entidades por el encuentro que el martes último mantuvo el presidente de Coninagro, Fernando Gioino, con representantes de SanCor y el Gobierno, para comprometerse a mantener el precio de la leche. Pero destacó que las cuatro entidades agrarias conservan “una unión monolítica”.
Por su lado, Coninagro dio libertad a sus cooperativas asociadas para consensuar con el Gobierno algunos temas específicos, por fuera del frente común que integra con las otras tres entidades del campo.
Ya como presidente del PJ, Néstor Kirchner fustigó con dureza a los los ruralistas, remarcando que “basta de tratar de imponer por la fuerza ideas que son desde el punto de vista rentístico, lo que favorece sólo a un sector” y dijo “diez argentinos murieron por la irresponsabilidad (de quemar los campos)”.
Algunos representantes del campo muestran más pesimismo: el dirigente del sur cordobés, Néstor Roulet (vice de CRA) sostuvo que “parece que Gobierno no quiere llegar a ningún acuerdo”.
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