Los países de la Unión Europea (UE) vecinos de Ucrania se preparan para recibir un aflujo de centenares de miles o incluso millones de desplazados ucranianos, en caso de que Rusia invada esa exrepública soviética.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, advirtió hoy que el conflicto podría provocar “una nueva crisis de refugiados” con “hasta 5 millones” de personas desplazadas.
En tanto, la escalada de hostilidades entre las fuerzas gubernamentales y los separatistas rusoparlantes en el este de Ucrania ya ha provocado el desplazamiento de cerca de 100.000 personas, entre ellas unos 40.000 niños, según alertó este miércoles la ONG Save the Children.
Polonia, que tiene una larga frontera con Ucrania y acoge a cerca de 1,5 millones de sus ciudadanos, expresó su apoyo al país vecino y su voluntad de ayudarlo.
“Polonia se está preparando para varios escenarios relacionados con la situación de tensión” entre Ucrania y Rusia, dijo el Ministerio del Interior, citado por la agencia de noticias AFP.
Estos preparativos estaban siendo estudiados por las autoridades polacas incluso antes de que Moscú reconociera el pasado lunes la independencia de las dos provincias separatistas y rusoparlantes del este de Ucrania y las posteriores sanciones occidentales.
“El Ministerio del Interior lleva tiempo tomando medidas para prepararse para una oleada de incluso un millón de personas”, dijo el mes pasado el viceministro del Interior polaco, Maciej Wasik.
De hecho, el Gobierno polaco creó un grupo de trabajo para definir las necesidades logísticas, de transporte, médicas y educativas para acoger a desplazados ucranianos.
“Estamos preparados para recibir a los niños y jóvenes en las escuelas y a los estudiantes en las universidades polacas”, afirmó hoy el ministro de Educación, Przemyslaw Czarnek.
Apoyo económico. En tanto, la comisaria de Interior de la UE, Ylva Johansson, aseguró que la Comisión Europea está dispuesta a proporcionar a Polonia apoyo económico si fuera necesario, así como ayuda de la agencia europea de asilo, la de cooperación policial y la de fronteras.
También Eslovaquia, que comparte su frontera oriental con Ucrania, tiene planes para enfrentar “una posible presión de los refugiados”, según explicó ayer el ministro de Defensa, Jaroslav Nad.
Desde la cartera de Interior señalaron que en el país existen cuatro campos de refugiados que podrían acoger a los solicitantes de asilo ucranianos, aunque si la situación lo requiere también podrían usarse instalaciones de alojamiento existentes en diversos ministerios.
Aunque Rumania, uno de los países más pobres de Europa, limita al norte con Ucrania, las autoridades no creen que muchos ucranianos huyan hacia su territorio en caso de conflicto.
Sin embargo, el ministro de Defensa anunció ayer que estarían preparados para acoger a medio millón de desplazados.
“Esta es la cifra para la que estamos preparados”, dijo el titular de dicha cartera, Vasile Dancu, quien señaló que el país podría crear centros de acogida en las principales ciudades a lo largo de los 650 kilómetros de frontera compartida entre ambas naciones.
“Tiendas de campaña, camas, mantas, instalaciones de calefacción (…), todo se puede montar e instalar en menos de 12 horas”, afirmó, por su parte, Alexandru Moldovan, prefecto de la ciudad norteña de Suceava.
El otro país miembro del bloque europeo que tiene frontera con Ucrania es Hungría, cuyo primer ministro, Viktor Orban, es conocido por su línea dura contra la inmigración.
No obstante, Orban anunció recientemente que su Gobierno se está preparando para recibir una ola de desplazados ucranianos si el conflicto estalla en la exnación soviética.
“En caso de guerra, cientos de miles, incluso millones de refugiados llegarían desde Ucrania y rediseñarían fundamentalmente la situación política y económica de Hungría”, dijo el mandatario.
“Estamos trabajando por la paz, pero por supuesto los organismos estatales designados han comenzado los preparativos”, agregó.
El Consejo Noruego para los Refugiados advirtió a principios de mes que si el conflicto se intensificaba y desplazaba a millones de personas, los grupos humanitarios tendrían dificultades para atender incluso parcialmente sus necesidades.
Desde que estalló el conflicto en el este de Ucrania en 2014, unas 854.000 personas se han desplazado internamente en el país, mientras se estima que 3.106 civiles murieron, entre ellos 150 menores, y otros 7.000 han resultado heridos, según consignó la agencia de noticias Europa Press.