El transporte comercial liviano creció 22% en la primera mitad del año y el pesado, 15%. También se recupera con fuerza el gasto en equipos para la producción.
Finalmente, pese a los persistentes reclamos empresariales por la presión impositiva, la inflación o la inseguridad jurídica, la inversión privada retorna lentamente al país, tras el freno que sufrió desde finales de 2007. Así lo revelan diversos estudios y estadísticas privadas, los cuales demuestran que en el primer semestre de 2010 la venta de vehículos comerciales livianos encabezó el repunte comercial interno del sector automotor y que las ventas de maquinarias y equipos de origen nacional lideran la inversión empresarial. De esta forma, las firmas están modificando de a poco su postura cautelosa y, pese a la incertidumbre que genera el escenario electoral de 2011, optan por mejorar su potencial productivo y logístico.
De acuerdo con los datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), el segmento que más incrementó sus ventas en el primer semestre del año fue el de los utilitarios -técnicamente llamado “comercial liviano”-, ligado sobre todo al sector empresarial urbano y rural, pues allí se contabilizan tanto furgones y pick-ups como minibuses.
Este segmento creció 22,6% en comparación con la primera mitad del año pasado, pues se comercializaron 62.000 vehículos en todo el país. De esa manera, mostró mejor desempeño que Automóviles (segmento que incrementó sus ventas 20%) y que Comerciales Pesados (15%) .
Incluso incrementó 8% sus ventas con respecto al primer semestre de 2008, un año récord para el sector automotor.
Por un lado, era esperable este repunte de los utilitarios, pues fue uno de los segmentos más golpeados por las crisis, primero la derivada del conflicto Gobierno-Mesa de Enlace rural, y luego la originada tras la caída de Lehman Brothers.
Pero, por otro lado, la recuperación está vinculada directamente con la mejoría de la industria -que crece en el orden de 10% interanual- y del sector agropecuario -que aún goza de precios relativamente altos en los granos y la carne-.
Los modelos que más incrementaron sus ventas en el semestre dentro del segmento “comercial liviano” fueron Nissan Frontier (354%), Fiat Strada (171%), Fiat Fiorino, Volkswagen Saveiro y Chery Tiggo (53%). Por detrás se ubicaron Chevrolet S-10 (41%) y Ford Ranger (33%).
Inversión en camiones
El aumento de las ventas de vehículos comerciales pesados también fue importante en el primer semestre. Particularmente en camiones y buses se colocaron 8.634 unidades, lo que arrojó un incremento de 15% con relación a igual período de 2009.
Dentro de las marcas con más participación en el mercado, el crecimiento en las ventas fue mayor en los vehículos de Fiat Iveco (46%), Volkswagen (24%) y Ford (23%), además de Agrale (27%). Por detrás se ubicaron Mercedes Benz (2,56%) y Scania (8%).
En el rubro Camiones, el Gobierno nacional viene implementando un plan canje, que propone el acceso a créditos con tasas de interés subsidiadas por el Ministerio de Industria y prevé, en una primera etapa, renovar 2.100 unidades. De todas maneras, las organizaciones de transportistas plantearon varios reparos a la iniciativa y ésta aún no logró impactar plenamente en la renovación del plantel de vehículos.
Maquinarias y equipos
Por otro lado, de acuerdo con los datos elaborados por la consultora de Orlando Ferreres, la inversión en maquinaria y equipo sigue siendo el rubro de mayor crecimiento, superando la destinada a construcción, que se recupera a un menor ritmo.
Según Ferreres, la inversión en equipo de origen nacional creció 31% en el primer trimestre del año y 20% en el segundo. Por su parte, la inversión en equipo importado creció 38,5% entre enero y marzo y 29% entre abril y junio. Por último, la inversión en construcción mostró una dinámica mucho menos acelerada, pues creció 5,7% en el primer trimestre y 4% en el segundo.
En un análisis general, los datos de Ferreres revelan también que los empresarios han comenzado a expandir lentamente su capacidad de producción, frente a los temores ocasionados por algunas variables de la economía interna, como la inflación, la puja salarial o la presión impositiva.
Según el análisis de la consultora, “tras haber recuperado el nivel de actividad previo a la crisis, el dinamismo de la inversión será fundamental en la consolidación del crecimiento de la economía en el mediano plazo”.
En ese sentido, consideró que “es necesario” generar inversiones que expandan la capacidad instalada, especialmente en las industrias, en las que ya empiezan a aparecer cuellos de botella.