Por Sergio Castelli * y M. Constanza Leiva **
Si bien en alguna ocasión ya nos referimos a la historia de la reconocida marca de calzado e indumentaria deportiva Adidas, marca que nació del nombre de su creador, Adolf Dassler, pero lo llamativo y que pocos conocen es que la familia Dassler dio origen a otra de las grandes marcas del deporte: Puma.
Estas dos marcas, en la actualidad se encuentran tan fuertemente instaladas en el mercado que pocos conocen su origen y es que ambas provienen de la misma familia y en un momento fueron una sola, productos de la fábrica de calzados Dassler, en la ciudad de Herzogenaurach, Baviera, Alemania.
Los hermanos Dassler inicialmente trabajaban juntos: Adolf, el menor, nacido en el año 1900, había heredado el talento de su padre para la fabricación artesanal de zapatos. Rudolf, 2 años mayor, era quien se encargaba de la administración y marketing. En la década del 20, los calzados Dassler comenzaron a gozar de prestigio entre los atletas alemanes, pero como suele suceder, con el éxito también vinieron las peleas, ya que ambos se arrogaban la exclusividad del éxito a sí mismos, sumado a otras diferencias de personalidad e ideología que tornaban compleja la relación entre los hermanos.
La llegada de la segunda guerra mundial no hizo más que agravar aún más la complicada relación entre los hermanos Dassler, ya que Rudolf fue enviado al frente, mientras Adolf logró quedarse al frente de la fábrica que ahora se dedicaba a producir otros productos para los soldados.
Con el correr de la guerra, el rencor entre ellos se hizo cada vez mas grande, generando denuncias y traiciones encontradas hasta el punto de tornar insostenible la relación entre ambos.
Adolf y Rudolf reunieron a todos los empleados para comunicarles su separación, y ese mismo año, nacieron las dos marcas de las que hablamos: El hermano menor apeló a un acrónimo de su nombre: Adi, el diminutivo de Adolf, más la primera sílaba del apellido: Das. Adidas. Rudolf recordó sus tiempos de joven deportivo cuando sus amigos lo llamaban Puma.
Con la separación de bienes, Adolf se quedó con la vieja fábrica, mientras que Rudolf cruzó el río que divide Herzogenaurach y se instaló en la orilla opuesta, a sólo 500 metros del que ya era su principal rival, y comenzó una competencia que hasta el día de hoy se mantiene, aunque ciertamente no con el fervor de aquellos tiempos.
Su principal motivación era que el seleccionado eligiera sus calzados para el mundial del año 1954, pero Rudolf no estuvo dispuesto a pagar la compensación económica que le solicitaban para utilizar sus botines, por lo que Adolf, aprovechando esta situación logró imponerse, y pronto la marca de Rudolf recibiría el primer revés de parte de la marca de su hermano: en dicho mundial, Alemania se consagró campeón en una final disputada con Hungría sobre un terreno embarrado por la lluvia que puso a prueba la eficacia de las Adidas y especialmente del sistema de tapones intercambiables, que no era exclusivo de la marca pero que se popularizó gracias a ella.
Adidas daba su primer -y muy firme- paso en el camino del futbol y el reconocimiento mundial.
Mientras la rivalidad familiar se había extendido a los hijos de ambos y al pueblo entero, siendo cada día mas grande, llegaba para Puma el primer gran reconocimiento: En las olimpíadas de Roma, en 1960, el campeón de los 100 metros, Armin Hary, había corrido con Puma, pero por un descuido o una maniobra maquiavélica, al momento de subir al podio se quitó sus zapatillas deportivas y se puso otras, marca Adidas. Si bien el deportista aseguró que había sido un descuido… corrieron ríos de tinta y especulación.
Competición tras competición, los hermanos continuaron querellando por obtener el mejor seleccionado, y a los mejores atletas calzando su marca.
* Agente de la Propiedad Industrial. ** Abogado.