El ministro de Justicia evitó referirse al fallo de la Corte aunque admitió que existe un dilema moral sobre una ley que tuvo efectos “gravosos”
El ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano, dijo ayer que no opinará sobre los fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) pero se opuso a la aplicación de la “ley del 2×1” en todos los casos, al considerar que “fue uno de los peores engendros jurídicos”.
“No voy a opinar sobre fallos de la Corte”, aseguró Garavano en referencia a la desición del Alto Tribunal -en fallo dividido- de avalar la aplicación del 2×1 en delitos de lesa humanidad, aunque calificó esa norma como “una ley con efectos gravosos”.
Garavano formuló declaraciones en las que sugirió que los argentinos hacen “experimentos normativos” y no se analizan las consecuencias de las leyes que se dictan.
También evaluó que hay “un dilema moral” en esta cuestión, ya que que, según el ministro, algunas personas consideran que el fallo de la Corte es un retroceso y otras que es una consagración a la impunidad. “Aun aquellas personas que cometieron los delitos más aberrantes también tienen derechos humanos y en esto también tenemos que ser muy cuidadosos. Ése creo que es el debate moral”, afirmó.
Garavano, además, recordó la argumentación de uno de los integrantes de la Corte, Horacio Rosatti, quien afirmó que se trata de un tema muy profundo para discutir. “Creo que nos debemos dar la discusión entre todos”, consideró el ministro.
Sin embargo, Garavano insistió en que “un fallo del ‘2×1’ en ningún escenario me parece bueno, lo he criticado desde que era secretario de juzgados de Menores, hace más de 20 años”, recordó, y argumentó al respecto que no le parece justo para ninguna persona condenada que se aplique esa ley pero aclaró que es su reflexión “general”, independientemente de el fallo de la Corte.
“Me parece una ley que fue perversa porque terminó beneficiando a personas que cometieron las mayores afrentas y no a delincuentes primerizos o de delitos leves”, evaluó.
Cuando se le consultó si el Gobierno se pronunciará en contra del pronunciamiento de la Corte, Garavano recordó que “es una política de la cual queremos salir”, en referencia a la independencia de poderes.
“Queremos ser muy cuidadosos, es una Corte independiente que funciona libremente con jueces muy prestigiosos y que está funcionando más allá de que nos guste o no su funcionamiento”, sintetizó.