Contra un año de amesetamiento, este período será mejor gracias al impulso que ha tenido el rodado como medio de transporte y entrenamiento físico. El sector combatirá la competencia desleal con la aplicación de normas de certificación de seguridad
Este año se venderán 10% más de bicicletas que en 2016, período en que se colocaron un millón de rodados en el país. El crecimiento se debe al impulso que está tomando este vehículo, tanto para el transporte como medio de bajo costo y sustentable y para el ejercicio físico, como así también a una mejor perspectiva económica que trae mayor confianza al consumidor.
Así lo estimó Enrique Españon, dueño de la legendaria fábrica de bicicletas Enrique y secretario de la Cámara de Bicicleterías de Córdoba. “Las fábricas nacionales y las cordobesas como nosotros, Tomaselli y Wal-Her (en Bell Ville), tenemos capacidad instalada para sostener el crecimiento porque hay muchos procesos que ya están automatizados, como por ejemplo el de los neumáticos”, precisó.
Será un año de crecimiento para la industria con relación al año pasado, en el que las ventas sólo alcanzaron a mantenerse. “El año pasado crecieron algunas fábricas en desmedro de otras”, aclaró Españon.
Un eje fundamental para apalancar ese crecimiento será combatir de modo estratégico el mercado informal de bicicletas protagonizado por el contrabando que llega del noroeste del país, el “falsificado” de marcas, la subfacturación (compran en Chile por 20 mil pesos un rodado que aquí cuesta 40 mil pesos y lo declaran por 10 mil pesos, pagando menos de la mitad de los impuestos) y por vendedores y armadores particulares que comercializan por Internet, “El mercado formal pierde 10% de ventas por esta competencia desleal”, afirmó Españon.
Además de concientizar acerca de la necesidad de realizar denuncias ante este tipo de situaciones, la cámara recuerda y pregona la vigencia de la resolución 220/2003 de la Secretaria de Comercio, con que puso en marcha un régimen de certificación obligatoria de requisitos esenciales de seguridad para la comercialización de bicicletas nuevas, de acuerdo con las definiciones de las normas IRAM 40020 y NM 301.(Ver La norma)
“Estas medidas ejercerán un mayor control y permitirán que el mercado se purgue, impidiendo -como en Europa, concretamente en Holanda- la circulación de bicicletas armadas a la carta”, amplió el presidente de la compañía.
Este comportamiento es acompañado por el segmento corporativo que las adquiere para sus empleados o para revender, como Arcor, Techint e Hiperlibertad, que no compran bicicletas que no estén homologadas por la norma.
La norma como aval de calidad y confiabilidad
La Norma IRAM 40020 establece los requisitos de seguridad para el diseño, montaje y ensayo de las bicicletas, así como para los montajes parciales, al tiempo que provee indicaciones para el uso y cuidado de las bicicletas.
Regula también todos los requisitos de seguridad que deben cumplir cada uno de los componentes de la bicicleta, incluyendo frenos, iluminación, asiento, cadena, cubrecadena, pedales, guardabarros, cubiertas y cámaras, cierres rápidos, horquillas, masas, estenes y dirección. Para ello, se realizan distintas pruebas de resistencia en las bicicletas, certificando que son seguras y aptas para el uso. Así, las bicicletas nuevas y sus partes constitutivas deben ser fabricadas de forma tal que quede garantizada la protección de los usuarios tanto contra los posibles peligros propios del producto como por agentes exteriores. Para comprobar si efectivamente una bicicleta es o no segura, el usuario debe buscar un sello debajo del asiento.
Cabe destacar que la certificación de seguridad que otorga IRAM implica que la empresa ha pasado por una evaluación del sistema de calidad y de ensayos de producto. Sólo si los resultados de ambas actividades han sido satisfactorios, la compañía obtiene el sello tanto para bicicletas de adultos e infantiles. A partir de esta instancia, se establece un cronograma de auditorías de seguimiento, el cual permitirá sostener la certificación en forma permanente.
Las empresas poseedoras del sello IRAM brindan una garantía adicional a sus clientes demostrando en la certificación de su producto un aval de calidad y confiabilidad, según asegura el Instituto Argentino de Normalización y Certificación.“Del total del mercado nacional, Córdoba concentra entre 15 y 20%, siendo una provincia que aún no ha arbitrado los medios para promover una mayor circulación del rodado tal como lo han hecho los municipios de Rosario, algunos de Buenos Aires y Mendoza”.