ESCUCHAREn Córdoba alcanzó 17.060 unidades. En tanto, en diciembre la baja interanual fue de 62%. Ocurrió básicamente por la merma en la brecha entre los combustibles líquidos y el gas natural comprimido, principalmente en la primera mitad del año. También, por la incertidumbre sobre el valor del gas. El año pasado fue el peor para la actividad desde 2009
Por Alfredo Flury – [email protected]
La conversión de vehículos a Gas Natural Comprimido (GNC) alcanzó 17.060 unidades en 2016 en la provincia de Córdoba, 48,8 por ciento menos que las 33.337 conversiones relevadas en 2015. En tanto, si se compara con 2014, la caída fue aún más drástica: alcanzó 60,4 por ciento.
Estos datos, reflejados en la página web del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), muestran así que 2016 fue el año con menos conversiones desde 2009.
En tanto, si se mide la serie completa informada por el Enargas, que incluye desde 1998 en adelante, el peor año en la materia fue 2008. En tanto, el mejor registro se logró en 2003 con un total de 49.858 traspasos.
La baja registrada el año pasado respecto a los años anteriores debe entenderse a partir del achicamiento de la brecha entre el precio de los combustibles líquidos y el GNC, principal elemento que motiva las conversiones.
La situación fue particularmente clave en el primer semestre y afectó con mayor énfasis a Córdoba capital.
“En la ciudad de Córdoba se daba la particularidad de que, por la posición dominante de algunos expendedores formadores de precio, se vendía el GNC con valores entre los más baratos del país”, recordó a Comercio y Justicia Julio Kademián, empresario del sector, tanto en instalación de equipos como en el expendio de combustible.
De hecho, luego de la suba en el valor del gas resuelto por el Ministerio de Energía y Minería -después impugnado parcialmente por la Justicia-, el valor del GNC en la ciudad de Córdoba llegó a superar 11 pesos.
Así, el precio del m3 había registrado un alza de 118 por ciento promedio desde enero y hasta el cierre del primer semestre, muy superior al impacto de las subas en los combustibles líquidos en el mismo período.
Concretamente, la nafta de menor octanaje de YPF (súper), que en enero se ubicaba en 15,40 pesos el litro, a mitad de año llegó a 19,09 pesos, esto es 24 por ciento más.
El achicamiento de la brecha entre el valor del GNC y de la nafta súper, que en enero era de 180 por ciento, ya en junio se situó en torno a 58 por ciento, situación que derivó en una contundente caída en la cantidad de conversiones a gas de vehículos, que se mantuvo el resto del año pese a que luego el gas registró una leve baja.
“En la gente quedó la imagen de que el precio del GNC quedó muy inestable y que en cualquier momento la brecha con las naftas puede volver a achicarse”, explicó Kademián para justificar la caída en las conversiones.
Sin una diferencia tan sustancial como en otros años, la amortización de un equipo de gas, que antes alcanzaba seis u ocho meses -según la cantidad de kilómetros recorridos- por año, ahora se extendió en el tiempo.
Por otra parte, la mayor eficiencia de muchos motores nafteros, con menor consumo de combustible, y motores chicos, también incidió.
Más allá de la mejora en la tecnología de los equipos de GNC, la conversión incide para que pierda la originalidad en el funcionamiento del motor y que, si bien el gas es un plus para algunos, para otros es un elemento que “tira abajo” el precio del auto.
Sin embargo, Kademián recordó que “hay terminales que ya lo incorporan desde sus concesionarias oficiales”.
Ese combo de elementos fue determinante para la baja experimentada.
De hecho, sólo en diciembre, el traspaso de vehículos a gas fue de 1.163 autos, 58,2 por ciento menos que un año atrás y 62 por ciento por debajo de 2014.
En septiembre de 2014 se pasaron a GNC 4.652 vehículos y de esa manera se convirtió en el mes con mayor cantidad de conversiones desde que se mide la serie: 1998. En tanto, en marzo de 2008, el traspaso fue de sólo 476 unidades,
el menor registro histórico.
