Pese a que tiene un hijo de dos años y a que está embarazada, la expolicía tucumana Ema Hortensia Gómez, condenada en 2014 a la pena de prisión perpetua por el homicidio agravado del juez de Menores Héctor Aráoz, deberá cumplir su condena en un instituto penitenciario.
Los intentos de la encartada para cumplir arresto domiciliario fueron infructuosos y la Cámara Penal de Tucumán le ordenó a la Dirección de Institutos Penales que en 20 días acondicione la cárcel de mujeres para que pueda sobrellevar su embarazo, ya que le diagnosticaron diabetes gestacional y, posteriormente, criar a su hijo en los primeros años de vida.
El tribunal tomó su decisión luego de una serie de audiencias, que incluyeron una visita a las instalaciones del Centro de Rehabilitación Santa Ester, en Banda del Río Salí.
Aráoz fue asesinado el 26 de noviembre de 2004 en su casa de Yerba Buena. El coautor del crimen, el policía Darío Pérez, está prófugo.
En 2011, Gómez fue condenada a 13 años de prisión, pero la Corte provincial cambió la calificación legal a homicidio agravado.
Hasta ese momento, la mujer permaneció en el domicilio de su padre, pero el fiscal y los abogados de la familia de la víctima denunciaron que violaba las condiciones del beneficio.
Sin éxito, el defensor oficial Guillermo González pidió que se revirtiera el cese de la prisión domiciliaria, argumentando que Gómez padecía de placenta previa, un diagnóstico que fue desmentido por los médicos. Además, entre otras soluciones propuso que su asitida se alojara en la vivienda de su actual pareja, con una custodia permanente.