ESCUCHARSe prevé que las bases para concursar la prestación serán tratadas entre febrero y marzo por el cuerpo deliberativo. Replican en general las exigencias de los originales. La baja del costo llegará por la escisión del barrido. Incluye contenerización de manera gradual
Los pliegos para licitar el servicio de recolección de residuos en la ciudad de Córdoba ingresaron finalmente ayer al Concejo Deliberante para su tratamiento previo al llamado a concurso y replican, a grandes rasgos, las mismas condiciones que los originales, votados más de tres años atrás.
El ingreso de los pliegos, anticipado el lunes pasado por Comercio y Justicia, fue confirmado ayer por el jefe del bloque del radicalismo en el cuerpo deliberativo, Lucas Cavallo.
“Tomaron estado parlamentario y ahora ya están en manos de los concejales de la comisión de Servicios Públicos para que los vayan analizando”, señaló a este medio.
La idea es que, cuando se traten en el cuerpo, el texto ya esté ampliamente estudiado por los ediles.
Respecto al debate en comisión y en el recinto –requieren doble lectura y audiencia pública intermedia-, Cavallo dijo que podrían tratarse en extraordinarias en febrero o bien ya en el período ordinario de sesiones en marzo.
Se trata de uno de los temas pendientes de la administración de Ramón Mestre, promesa de campaña de su primera gestión y que sin embargo no pudo prosperar por diferentes motivos, pese a que el servicio fue licitado y preadjudicado a LUSA y Cotreco, las mismas empresas a cargo de la prestación en forma tercerizada desde marzo de 2011 y cuyos vínculos fueron renegociados y prorrogados en diferentes ocasiones.
Respecto al texto de los pliegos, Cavallo aseguró que contienen más de 600 fojas.
Con todo, este medio pudo conocer que replica en líneas generales las bases del concurso anterior, abierto a fines de 2013 y que tres años después fue declarado caduco, básicamente porque las propuestas económicas de LUSA y Cotreco, a las postre las empresas que quedaron en carrera, eran sustancialmente superiores a los costos que podía afrontar el municipio.
En ese marco, fuentes de la comuna deslizaron que esta vez los costos serán menores simplemente porque ya no se licita el barrido, hoy en manos del Ente de Servicios y Obras Públicas (Esyop). Ocurre que esa prestación era ciertamente onerosa. En rigor, lo sigue siendo aunque en menor medida porque, bajo la órbita del ente, evita el pago de IVA por el costo en personal, el que mayor incidencia tiene en los costos finales.
De hecho, más de la mitad de los trabajadores de LUSA y Cotreco pasó al Esyop. Así, la oferta económica que presenten quienes compitan en la licitación será sensiblemente menor que la original.
La mano de obra representa cerca de 70 por ciento de la prestación del servicio para la ciudad.
El futuro servicio dividirá a ciudad en tres zonas: norte, sur y centro. Las empresas podrán presentar ofertas por más de una zona.
Paralelamente, las empresas a cargo -que tendrán una concesión por ocho años- deberán avanzar con la instalación de contenedores en diferentes puntos de la ciudad, tal como ocurre hoy en el microcentro.
Los contenedores se instalarán en promedio uno por cuadra y los frentistas deberán depositar allí los residuos.
El otro cambio importante respecto al servicio vigente es que se reducirá una frecuencia semanal para la recolección de residuos “húmedos” y a cambio se sumará una de residuos “secos”, esto es reciclables. Por lo demás, las empresas deberán realizar inversiones importantes en diferentes frentes.
Queda pendiente el avance en la disposición final de los residuos, que estará a cargo de Cormecor.
