Por Maira Calzada / Coordinadora de Desarrollo de RRHH, Cluster Córdoba Technology
El vínculo sostenido durante diez años con diferentes empresas del sector tecnológico en Córdoba nos permite percibir cierta disconformidad con relación a la oferta académica en el ámbito de la Provincia, en cuanto a actividades de formación y especialización de directivos de compañías tecnológicas.
Partiendo de la especificidad en cuanto al mercado, los procesos comerciales, la estructura organizativa, la cultura empresarial y la perspectiva del sector, notamos que el reclamo referido a dichos programas, MBA entre otros, es válido. Resultan ineficientes para las demandas puntuales de formación de nuestros directivos, teniendo en cuenta que en los existentes se plantean cuestiones más generales que no distinguen específicamente aquellas características propias de la personalidad empresarial TIC.
La visión creativa, la actitud emprendedora e innovadora, la negación al trabajo según paradigmas convencionales (que no responden a la realidad tecnológica) y su comprensión del circuito de los negocios no se ven reflejados en la organización de los programas formativos de las actuales maestrías locales.
Las propuestas cordobesas se atienen a contenidos estándares sobre dirección general, gestión de recursos humanos, economía, procesos de cambio y de la innovación. Pero ¿no será necesario plantear si de esta manera se está respondiendo a las demandas de directivos del sector TIC? ¿Aportan valor a quienes van en la búsqueda del fortalecimiento, enriquecimiento y actualización de las competencias empresariales TIC?
Los tiempos, las formas de trabajo y la organización de las empresas de software y servicios informáticos se actualizan periódicamente, teniendo la particularidad de cierta volatilidad en cuanto a la duración de los productos. También es importante tener en cuenta que aquéllos se hallan en constante vinculación con organismos multilaterales, con otros sectores productivos, medios, bloques económicos, gobiernos municipales, provinciales y nacionales y esto debería ser considerado a la hora de organizar las currículas de estas especializaciones.
Es necesario que las propuestas formativas faciliten la comprensión y análisis del estado actual de las empresas TIC, su nivel tecnológico, sus potenciales estratégicos, así como sus oportunidades en los mercados domésticos e internacionales. Asimismo, los MBA deberían articular la excelencia técnica de los profesionales de nuestra provincia con su capacidad para insertar comercialmente las empresas tecnológicas en el mundo global.
Además, se debería tener en cuenta el perfil de las personas que se desempeñan en el sector, cuya particularidad sobresaliente es la motivación a la hora de generar proyectos tecnológicos, el interés por mantenerse actualizados y la capacidad de hacer frente a las emergentes situaciones contextuales intra y extraempresariales, dando también respuesta al equipo que los acompaña para alcanzar sus metas en un mercado tan dinámico y en permanente desarrollo.
Es indiscutible, a esta altura de las circunstancias, pensar que la respuesta para los empresarios TIC en torno a las propuestas formativas debe ser integral, de manera que la demanda de potenciar sus competencias personales y de desarrollar el sector sea garantizada por las prestigiosas instituciones educativas de nuestra provincia.