Por Mario Barra / Presidente del Cluster Córdoba Technology. Titular de Vates, ingeniería de Software
El sector tecnológico de Córdoba viene teniendo un crecimiento sostenido y exponencial desde el año 2001. Para analizar lo que se viene en este rubro, vamos a parafrasear a AlvinToffler y decir que estamos empezando a transcurrir la tercera ola. Para ello haremos un análisis de las tres olas.
La primera surge por el año 2001, cuando tres hechos fundamentales ocurrieron y sirvieron de cimiento del sector. Por un lado, la decisión del gobierno provincial de establecer una política de atracción de inversión extranjera, cuyo primer hito fue el desembarco de Motorola.
Por otro, la decisión de un grupo de empresas con validada trayectoria nacional e internacional de empezar a trabajar en conjunto implementando el concepto de Michael Porter de “Coopetencia” (cooperar y competir), dando lugar al Cluster Córdoba Technology. Por último, la creación de la Fundación Instituto Tecnológico Córdoba (FITC), que engloba las seis universidades de Córdoba y el Cluster Córdoba Technology. Es decir, los sectores productivo y universitario trabajando juntos.
La característica fundamental de esta primera ola fue la de lograr la cohesión del grupo o lo que se llama “capital social”, y sentar bases sólidas para sostener un crecimiento exponencial. Por aquel entonces, el sector empleaba a unas 650 personas, tenía una facturación de $77 millones y una exportación de $16 millones.
La segunda ola se caracteriza por un crecimiento en cantidad de empresas, que se suman a las locales que se crean y aumentan su estructura, llegan otras empresas internacionales al sector, se incrementa la calidad, la innovación y la productividad. Se comienza a desarrollar el llamado triángulo de Sábato: universidad-empresa-gobierno. Se desarrollan programas conjuntos entre los actores del sector. Se constituye en un círculo virtuoso ya que esto produce que más interesados se sumen. Córdoba empieza a aparecer en el mapa mundial de las TIC. Se habla de la Córdoba Tecnológica por todos lados.
La segunda ola concluye con un sector que emplea a 9.000 personas, una facturación de $900 millones y una exportación de $350 millones.
El comienzo de la tercera ola se originó hace algunos días con la creación de la Fundación Córdoba TIC, compuesta por las universidades de Córdoba, el Cluster Córdoba Technology, la Ciiecca, las empresas multinacionales y el gobierno provincial mediante su Ministerio de Industria, Educación, Ciencia y Tecnología.
Todos estos actores del sector diseñaron un plan estratégico cuya visión es que en 2020 “Córdoba se posicione como una de las cinco regiones en el mundo proveedoras de soluciones TIC innovadoras y de calidad”, con el objetivo de lograr 35.000 puestos de trabajo, una facturación anual de $4.000 millones y una exportación de $1.600 millones. Para ello se logró que por ley provincial se dé institucionalidad al plan estratégico y a lo que se llamó mesa sectorial. Esto prevé invertir en forma conjunta (gobierno, universidades y empresas) cerca de $50 millones anuales para lograr este importante desarrollo tanto para el sector como para Córdoba y el país.
Las demandas del sector tecnológico para el nuevo gobierno provincial son ni más ni menos que las de seguir trabajando en conjunto, como se ha venido haciendo en los últimos 10 años, llevando el sector a lo que es hoy. Pero para lograr los objetivos trazados para él en los próximos años debe haber una cohesión total, una inversión permanente y un trabajo arduo.
Entendemos que el gobernador electo, Dr. José Manuel de La Sota, tiene la fuerte intención de apoyar el sector como la ha venido realizando el gobierno provincial desde el inicio de su primera gestión.
Cuando se invierte en forma consistente y permanente en un sector con planes serios y trabajo en equipo, los resultados son una consecuencia de esto y es lo que ha venido pasando en Córdoba en los últimos 10 años.
Tenemos una gran oportunidad y aunque puedan parecer una utopía los objetivos planteados, también en 2001 parecían una ilusión cuando soñábamos en convertir a Córdoba como un punto en el mapa mundial de la Tecnología de Información y Comunicación. Eso es hoy una realidad y “vamos por más”, Córdoba lo necesita.