ESCUCHARNo hay dudas de la importancia que tienen para las pequeñas y medianas empresas dedicadas a la actividad del software los fondos que se crean para el financiamiento de las mismas y su efectivo crecimiento para el sector de la industria del software, de la economía industrial y para el desarrollo del país en general.
Toda empresa de este tipo necesita, inexorablemente, de financiamiento crediticio para su futuro crecimiento y para la repercusión productiva en los demás ámbitos industriales. Es muy poco factible que firmas de este tipo de actividad y con limitados recursos de origen propio crezcan, se desarrollen y aporten de manera considerable a la industria sin líneas de créditos que las hayan acreditado y avalado en ese arduo proceso de inicio y progresión.
Ahora bien, la verdadera realidad que atañe a estas empresas que tanto aportan y agregan a la comunidad económica del país generando muchísimos puestos de trabajo, es que son muy pocas las líneas de créditos a las que pueden tener acceso y, en todo caso, cuando consiguen esos accesos crediticios se convierten en obstáculos en cuanto a la actualización de sus sistemas tecnológicos.
De hecho, las entidades bancarias más importantes del país han revelado que el acceso al financiamiento es una de las principales dificultades de las pymes, que desde el año 2002 se encuentran creando inversiones con capital propio, pero que al presente solicitan créditos para acrecentar su producción.
En términos numéricos, actualmente el 35% de las pymes se avecina para requerir créditos, aunque sólo el 25% tiene la posibilidad de obtenerlo. Es por eso que varias entidades están proporcionando fondos para proyectos pequeños con términos a diez años y tasas fijas hasta cinco.
Sabemos del crecimiento asombroso de este sector, que permitió que muchas empresas pudieran obtener clientes y mercados nacionales sino internacionales. Esto conlleva a que aspiren a una mejor y superior calidad e inversión en cuanto a nuevas tecnologías de avanzada, y es en ese momento en donde las líneas de crédito no aparecen y trae aparejado que aquellas tengan que autofinanciar sus propias compras tecnológicas (Internet, banda ancha).
El 85% de las empresas que se dedican al rubro de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) se tienen que autofinanciar sus adquisiciones y actualizaciones tecnológicas (software).
Es por eso que halagamos que se estén impulsando, por medio de la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos (Cessi) hacia el Gobierno nacional, propuestas y ofrecimientos para el lanzamiento en entidades bancarias, tanto públicas como privadas, de líneas crediticias que posibiliten el financiamiento que demanda el sector del Software y Servicios Informáticos (SSI).
El objetivo es que este año alrededor de 500 pymes del sector se interesen en la obtención de los préstamos financieros que se brindan.
Lo interesante de este impulso de financiamiento es que repercute en un pedido que viene haciéndose desde hace tiempo, que es el de “la flexibilización de los instrumentos bursátiles y las regulaciones en el mercado de capitales”.
Conjuntamente, desde el Gobierno afirman que, por medio de nuevas líneas de crédito, se tienen como fines la promoción de pymes. Igualmente, desde las entidades bancarias expresaron estar creando reuniones con agentes zonales de otras entidades del género y las cámaras empresarias, para divulgar las nacientes políticas financiera
